La molécula miR-21-5p se relaciona con la inflamación y el estrés oxidativo, y en pacientes con VIH los niveles de este biomarcador son más altos.
Por: María Camila Sánchez
A nivel mundial, se estima que alrededor de 40 millones de personas viven con VIH, y se ha sugerido que el tratamiento con antirretrovirales de esta infección podría contribuir al aceleramiento del proceso de envejecimiento en los pacientes.
Sin embargo, un nuevo estudio ha podido validar un biomarcador con el cual han demostrado que el envejecimiento prematuro en personas con VIH lo causa la misma infección, y no es un efecto secundario de los fármacos utilizados.
En ese sentido, todos los pacientes sufren un proceso de envejecimiento precoz que se asocia con distintas enfermedades como los desórdenes neurocognitivos, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hepáticas y óseas.
Según los resultados del estudio realizado por el Hospital del Mar Research Institute, ofrecen una nueva herramienta para monitorear la evolución de los pacientes, su estado inflamatorio y el impacto de los medicamentos administrados sobre el sistema inmune.
Los investigadores examinaron los niveles de microARN, moléculas pequeñas de ARN que regulan la expresión génica en la sangre de personas con VIH, y descubrieron que una molécula en particular, la miR-21-5p, estaba significativamente elevada, relacionándola con la inflamación y el estrés oxidativo, factores asociados con el envejecimiento acelerado.
Molécula miR-21-5p y su influencia en el envejecimiento precozDurante el estudio, se compararon los niveles de este marcador con un grupo de personas sanas, y un grupo de pacientes élite (grupo minoritario de personas con VIH que controlan la infección espontáneamente, en quienes la molécula el miR-21-5p también se encontraba elevada), permitió confirmar que el origen del envejecimiento prematuro se encuentra en la misma infección, y no en el tratamiento con antirretrovirales que reciben las personas con VIH.
"Con este trabajo, demostramos que hay un biomarcador, que está relacionado con inflamación, que nos muestra que el paciente con infección por VIH siempre tendrá un sistema inmunitario alterado, a pesar del tratamiento con antirretrovirales", ha indicado la investigadora del Grupo de Investigación Musculoesquelética del Hospital del Mar Research Institute y del CIBERFES, Natàlia Garcia-Giralt.
A la vez, la investigadora señaló que ahora "disponemos de una herramienta que demuestra que estas personas, independientemente de si se les administra tratamiento con antirretrovirales o de si controlan por ellas mismas la infección, continúan con un estado inflamatorio crónico que les provoca un envejecimiento prematuro".
Los investigadores consideran que la alteración del marcador se debe a los cambios que la infección por VIH produce sobre el sistema inmunitario de las personas que viven con ella.
En este sentido, el jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, investigador del Hospital del Mar Research Institute y del CIBERINFEC y profesor asociado de la Universitat Pompeu Fabra, Robert Güerri, explicó que "este biomarcador es uno de los factores que contribuye a la inflamación crónica, continuada y persistente de los pacientes infectados por VIH. También que el tratamiento con antirretrovirales es incapaz de revertir esta vía, hecho que contribuye a mantener un estado inflamatorio crónico, lo que puede explicar su envejecimiento prematuro".
"Este estudio nos demuestra que, a pesar de controlar la infección con los tratamientos antirretrovirales, el virus del VIH deja una huella persistente en las personas que viven con él", asegura Güerri. Por este motivo, los autores consideran que monitorizar la evolución de este biomarcador puede ser una herramienta útil para valorar el éxito de los tratamientos en estas personas, ya que un retorno de sus niveles a la normalidad indicaría la normalización de su sistema inmunitario y de la inflamación que provoca su activación ante la infección por VIH.
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