Estas llagas llenas de líquido se desarrollan regularmente en la zona alrededor de los labios.
El herpes labial o también conocido como herpes febril o calentura labial, es una infección viral común que afecta principalmente los labios y el área circundante de la boca, el cual se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas dolorosas llenas de líquido en esta región.
Según detalla el Instituto Nacional de Investigaciones Dentales y Craneofaciales de Estados Unidos: "se forman fuera de la boca y son causadas por una infección con el virus del herpes simple, por lo general tipo 1 o VHS-1".
Hormigueo, picazón y ardor, las primeras señales
Asimismo, según indica el artículo el herpes labial generalmente pasa por varias etapas, las cuales comienzan con hormigueo, picazón o ardor alrededor de los labios, que pueden durar alrededor de un día antes de que aparezca un pequeño punto doloroso.
Este punto se convierte en pequeñas ampollas llenas de líquido que a menudo se desarrollan a lo largo del borde de los labios, aunque a veces pueden aparecer alrededor de la nariz, las mejillas o incluso dentro de la boca.
"La primera vez que se tenga un herpes labial, los síntomas pueden aparecer hasta 20 días después de haber estado expuesto al virus por primera vez, las llagas durar varios días, y las ampollas tardar de dos a tres semanas en curarse por completo. En posteriores ocasiones tienden a ser menos graves que con el primer brote", explicó Mayo Clinic, entidad dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
El estrés y el tabaquismo posibles causas
Ante esto, el instituto aclaró que ciertas situaciones cotidianas o deficiencia de nutrientes podrían acarrear la aparición de estos fuegos: "no se conoce la causa exacta de las aftas bucales, pero una lesión, el estrés, el tabaquismo, o carencias de ácido fólico, hierro o vitamina B12 podrían desencadenarlas".
Alivios caseros
Si bien, por lo general, estas lesiones desaparecen por sí solas y no requieren tratamiento, en algunos casos, se pueden usar medicamentos antivirales, ya sea en forma de cremas tópicas o pastillas recetadas.
Aunque la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, entrega ciertas medidas para sentir alivio: "Aplicar hielo o un pedazo de tela caliente, lavar las ampollas con agua y jabón contra gérmenes evitando así su propagación, hacer gárgaras con agua fría o consumir helados, enjuagar con agua salada y tomar algún analgésico".
Riesgos de contagio y futuros brotes
Para prevenir futuros brotes, es importante tener en cuenta que la exposición al sol puede desencadenar la aparición de calenturas labiales, por lo que se recomienda el uso de protector solar. Además, es crucial evitar el contacto cercano si se presentan síntomas, ya que el herpes labial es contagioso. Evitar besar a otras personas o compartir utensilios y objetos personales puede ayudar a prevenir la propagación.
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