Devajammani fue una reina india que fue reclutada para publicitar y promover la vacuna contra la viruela.
Devajammani fue una reina india que fue reclutada para publicitar y promover la vacuna contra la viruela. Ella se casó a los 12 años con el gobernante del reino sur de India, Krishnaraja Wadiyar III. Su imagen se plasmó en una pintura con la que se buscaba "fomentar la participación en el programa de vacunación", según el Dr. Nigel Chancellor, historiador de la Universidad de Cambridge en diálogo con BBC Mundo.
¿Cura para la viruela?
La inmunización para la viruela era un hito en ese entonces, antes de esa fecha habían transcurrido apenas seis años desde el descubrimiento de la vacuna contra esta enfermedad por Edward Jenner, un médico inglés, y enfrentó sospechas y resistencia en la India, sobre todo porque era promovida por los británicos, cuyo poder estaba aumentando a principios del siglo XIX.
Según un artículo realizado por la BBC, para conocer los hallazgos de esta inmunización se involucró a cirujanos británicos, vacunadores indios, jefes de compañías intrigantes y miembros de la realeza amistosos, ninguno más que los Wadiyars, en deuda con los británicos que los habían devuelto al trono después de más de 30 años de exilio.
Rol de las mujeres
El retrato que ven en la portada de esta nota fue cortesía para la BBC de SOTHEBY'S y según el historiador Chancellor la pintura es de 1805 y no solamente refleja un registro de la vacunación de la reina, sino también una ventana a cómo se desarrolló el esfuerzo británico.
Cómo influyó la inmunización
Según la BBC, era una época embriagadora para la Compañía de las Indias Orientales. En 1799, habían derrotado a uno de sus últimos grandes enemigos, el gobernante de Mysore, Tipu Sultan, y puesto a los Wadiyars en su lugar. Pero el dominio británico aún no estaba asegurado. A raíz de esta situación, Chancellor, William Bentick, el gobernador de Madrás (ahora Chennai) aprovechó la oportunidad política para combatir una enfermedad mortal.
El artículo también ha evidenciado que la llegada de una vacuna, que consistía en el virus de la viruela de ganado, no fue bienvenida. Y los varioladores brahmanes, o "tikadars", resintieron el nuevo procedimiento que amenazaba su sustento."La principal preocupación era la contaminación de un hijo sano con una enfermedad del ganado", explicó Michael Bennett, un historiador Bennett a BBC.
Había otro gran problema: la forma más eficaz de vacunar era hacerlo "brazo a brazo". Con este método, la primera persona sería vacunada untando la vacuna en su brazo con una aguja o una lanceta. Una semana después, cuando se desarrollaba una pústula de viruela de ganado en ese lugar, un médico la cortaba y transfería el pus al brazo de otra persona.
El periplo de la vacuna
El viaje de la vacuna a la reina de Wadiyar probablemente comenzó, al menos en India, con la hija de tres años de un sirviente británico llamada Anna Dusthall. A partir de la primavera de 1800, la vacuna se trató de transportar por barco desde Reino Unido en forma de muestras de linfa secas o mediante "mensajeros de vacunas", una cadena humana de personas que se inoculaban brazo a brazo para mantener la vacuna en viva durante el viaje. Pero ninguna de esas vacunas sirvió una vez que llegaron a India.
Después de varios intentos fallidos, la materia seca de la vacuna fue sellada entre placas de vidrio y entregada con éxito desde Viena a Bagdad en marzo de 1802. Luego se utilizó para vacunar a un niño armenio y la linfa de su brazo se llevó a Basora, en Irak, donde el cirujano de India Company estableció un suministro de brazo a brazo que se envió a Bombay (ahora Mumbai).
Primeros ensayos
El 14 de junio de 1802, Anna Dusthall se convirtió en la primera persona en ser vacunada con éxito contra la viruela en India. Poco más se sabe de ella, salvo que estaba "de muy buen humor", según las notas del médico que la vacunó. "Sabemos que todas las vacunas en el subcontinente provienen de esta niña", dijo Bennett. La semana siguiente, otros cinco niños en Bombay fueron vacunados con pus del brazo de Dusthall. Desde allí, la vacuna viajó, la mayoría de las veces de brazo a brazo, a lo largo y ancho de India a varias bases británicas: Hyderabad, Cochin, Tellicherry, Chingleput, Madras y, finalmente, a la corte real de Mysore.