Continúa el debate científico y religioso por la concepción de un ser humano.
El dilema de los óvulos fertilizados continúa recobrando fuerza entre el debate científico y religioso. Para la clase médica, un óvulo fecundado es una célula capaz de crear un ser humano y para la religión, la vida comienza desde la fecundación, dando paso a la polémica ética y moral.
El futuro de una brecha neutral entre ambas disciplinas filosóficas es incierto. No obstante, los esfuerzos médicos por ayudar a una pareja a formar su anhelada familia continúan avanzando de manera que hoy día existe la posibilidad del trasplante de útero para aquellas mujeres con problemas para concebir.
El doctor Nabal José Bracero Serrano, endocrinólogo reproductivo y experto en tratar problemas de infertilidad, habló en entrevista exclusiva con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) sobre los avances en la fertilización de óvulos y su posición en torno al controversial dilema sobre la fecundación in-vitro.
El doctor Bracero estudió en la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), ginecología en el Hospital Universitario y en la Escuela de Medicina de Jonhs Hopkins en Baltimore, se especializó en endocrinología reproductiva e infertilidad.
¿Qué piensa usted de este debate entre los dilemas religiosos y éticos que apuntan a que hay vida luego de la fecundación y aquellos científicos que solo señalan que el óvulo fecundado solo es una célula capaz de dar vida?
Hay un proceso que tiene mucha variabilidad como hasta el día 14 después de la fertilización. Ya después del día 14, las células que están establecidas en ese embrión están comprometidas a convertirse en un bebé. Antes del día 14, el desarrollo embrionario ese grupo de células puede ser un tumor, o se puede perder o puede convertirse en más de un bebé más adelante, pero ya desde el día 14 del proceso embrionario hay un compromiso de ese grupo de células para convertirse en un bebé.
Yo entiendo que de ahí en adelante no debemos manipular más con ese tipo de célula. En los años 90, para el tiempo que estaba Bill Clinton en el Congreso Federal, se constituyó un panel de consejería en temas de bioética del embrión que trabajó guías que establecieron que era después del día 14 que el embrión perdía toda ambigüedad y ya está comprometida a ser una célula con capacidad de formar un bebé.
¿Su opinión en torno a que parejas gay se sometan al proceso?
No tenemos problemas en tratar a las parejas gays. Son parte de nuestro grupo de pacientes que vamos a poder ayudar con nuestras técnicas de reproducción asistida.
El sexo y la sexualidad es algo más completo que tener una X y una Y. Esto no debe representar un obstáculo para tener familia. Si tienen el apoyo, las provisiones, el deseo de aumentar la gente que vive en su hogar, de proveerle un techo y un hogar, crianza y amor a un bebé, nosotros entendemos que podemos ayudar a esa pareja a lograr sus sueños.
¿Abogaría porque puedan estar de acuerdo en la sala de parto?
Seguro que sí. Ellos tienen que tener todos los beneficios de cualquier paciente igual que los pacientes regulares. Que se dejen llevar por las guías del Estado, del hospital y las mejores normas de cuidado médico. Hay leyes en Puerto Rico que le permite a la mujer embarazada escoger a su acompañante independientemente quien sea.
En el pasado se pautaron anuncios en periódicos universitarios invitando a jóvenes entre las edades de 21 a 30 años a vender sus óvulos para fecundación artificial. Las ofertas eran de 2,000 dólares, ¿qué cree de esas prácticas?
Nosotros somos los que pusimos esos anuncios. Somos los que estamos solicitando esos donantes de óvulos. Nosotros no le pagamos a nadie por donar óvulos. Nosotros le compensamos por el esfuerzo de generar los óvulos. Si produce cinco óvulos, se le cubre con la misma compensación. Si produce 16 óvulos, es la misma compensación.
Las donantes tienen que pasar el mismo tratamiento que pasan las mujeres con infertilidad, tienen que inyectarse por dos semanas medicamentos de forma subcutánea y tiene que venir a unos monogramas, pasar por unas pruebas de sangre y al final de dos semanas, pasar por un proceso que es ambulatorio donde le sacamos los óvulos al exterior y lo combinamos con espermatozoides para generar los embriones.
Es una práctica que no debería ser algo escandaloso, es una herramienta adicional en las clínicas de infertilidad igual que uno dona un pedazo de hígado, igual que uno dona un riñón, etc. En Estados Unidos se están realizando hasta 150 mil fecundaciones in-vitro al año y de esos, 15 mil son con donaciones de óvulos.
¿Cómo comienzan los procedimientos de fertilización in-vitro en Puerto Rico?
Somos cinco especialistas en métodos reproductivos en Puerto Rico. Nos hemos entrenado en Estados Unidos y hemos regresado a Puerto Rico. Las técnicas han ido avanzando.
Lo que era un por 15 por ciento en tasas de embarazo en fecundación in-vitro, ya vamos por 50 por ciento, que aunque suena bajito, no es tan bajo cuando se piensa que la fecundidad normal de una pareja es de 20 por ciento solamente por vía natural.
Lo que ha convencido al paciente a través del tiempo es que la eficiencia de los métodos han ido aumentando y la tasa de embarazos múltiples que ha sido algo problemático con eso de los quíntuples, sextuples y siete embarazos pegados dentro de un mismo útero eso es historia porque ya reducimos a dos embriones y tres como máximo y de vez en cuando ponemos un solo embrión.
Los medicamentos son más eficientes y fáciles de usar para el paciente. La progesterona en aceite que era una inyección intramuscular todos los días, ya eso está en desuso. Ya solo usamos progesterona vaginal que es un avance. En el ámbito social, veo que aceptan esto (de la fecundación in-vitro y métodos de reproducción asistida) como más rutinario.
La fertilidad es un problema más prevalente porque nuestras mujeres se están casando más tarde. Están postergando buscar embarazos hasta después de realizar sus carreras profesionales.
¿Quienes fueron los pioneros en Puerto Rico en técnicas de reproducción asistida?
El primero lo fue el doctor Pedro Beauchamp, para el 1986. Después doctora Rosa Ileana Cruz Burgos, Doctor José Cruz, el doctor Amaury Lloréns y yo.
El costo en Puerto Rico de cada intento de fertilización in Vitro.
El costo de un in-vitro ronda los $10 mil a $15 mil de una inseminación. La inseminación estará entre mil a $1,500. Lo que ha subido mucho son los costos de los medicamentos y eso nosotros no lo controlamos.
Usted ha sido testigo de una auténtica revolución en la ciencia. ¿Nos puede contar como se inició usted en este campo y que evolución ha observado?
Algo que nos llama la atención quizás a todos los que practicamos la metodología reproductiva es que nos da la oportunidad de ser parte de los pacientes en una situación bien delicada. Nos permite envolvernos en la creación de una familia, quizás una de las cosas más importantes que tiene todo ser humano como prioridad y a la misma vez nos permite estar bien de cerca en los avances de la tecnología en lo más novedoso.
¿Cómo es el procedimiento?
Los métodos de fecundación in-vitro comenzaron con pacientes esterilizadas o pacientes que han perdido sus trompas de Falopio por tratamientos de endometriosis o por cirugías de embarazos estópicos. Esto comenzó exclusivamente por problemas con las trompas de Falopio. Los primeros tratamientos eran porque la trompa estaba ausente, pero con el paso del tiempo empezamos a ver que eran también factores ovulatorios o cuando los pacientes eran estériles.
¿Que papel usted juega y que comunicación tiene con los pacientes desde la fecundación del óvulo por el espermatozoide hasta que tiene lugar la transferencia de embriones en el útero materno?
Nosotros estamos constantemente en comunicación con los pacientes. Vamos viendo que sus hormonas respondan bien a los medicamentos, le vamos explicando lo que va sucediendo por sonografía al paciente cómo están los óvulos creciendo, cómo se ve el útero, cómo sacamos el óvulo dentro del ovario, cómo se ve el óvulo cuando sale al exterior, cómo inyectamos el espermatozoide y cómo se ve el óvulo fecundado.
Todo esto se lo vamos explicando al paciente. Hasta le mostramos cómo se ven los embriones. Cuando es el momento de transferencia, nos sentamos a decidir cuántos embriones y cuáles vamos a transferir y decidimos entonces con la pareja.
¿Tiene la sensación de que cada día de su actividad médica puede ser un pequeño milagro?
Es un honor para uno que uno tiene que reconocer que uno está tratando de alivianar un sufrimiento bien grande. Es intenso porque a la mitad de los pacientes se le va a dar, a la otra mitad no. Y uno hace lo que puede. Es fuerte, intenso, frustrante, yo me entero aquí de la punta del iceberg. Debajo del iceberg hay un esfuerzo brutal y todos unos esfuerzos por tener un hijo. Después que se da el embarazo, tiene que ser uno saludable, no queremos partos prematuros.
Siempre le digo a los pacientes que esto no es una carrera de velocidad, es una carrera de tiempo. Yo tengo parejas que se han embarazado después de 10 años intentando quedar embarazada por cosas que han ocurrido que no han dado paso al embarazo. Hay historias que marcan, que te ayudan a seguir adelante y continuar ayudando a las parejas a tener esperanzas.
De la misma forma hay que saber cuando decir que la pareja pare porque el embarazo no se va a dar. Y eso es bien difícil porque nosotros estamos entrenados para decir eso las menos veces posibles.
¿Qué crees que nos depara el futuro?
Quisiéramos que los medicamentos no fueran inyectables. Si no orales y en eso estamos trabajando. Queremos llegar a tener tasas de embarazo lo más cercano a 100 por ciento posible. Queremos eliminar los embarazos múltiples por completo, que sean embarazos sencillos. También que los medicamentos fueran menos costosos. También queremos ser bien eficientes congelando óvulos.
La mujer moderna tendrá que postergar buscar embarazos. No hay de otra. Siempre tendrá que escoger entre tener familia a los 25 años, que es el pico de fecundidad de la mujer o tener que ser un profesional que pueda despuntar. Y en esa balanza la parte económica se irá por despuntar profesionalmente. Tendremos la capacidad de ofrecerle a la mujer la capacidad de guardar sus óvulos, sus ovarios y poder electivamente después que defina su carrera profesional, tener el embarazo más tarde.
Eso traerá otros issues de que significará tener tu primer hijo a los 40 y 50 años con tus óvulos, pero nuestra rama va a ser capaz de darle esa flexibilidad y oportunidad a la mujer. Estamos bien cerca de eso.
Incluso, congelarle el ovario completo y que venga a ponérselo después para que recupere su función de reproducción y postergar la menopausia. Lo otro que viene es el trasplante de útero para las mujeres que lo han perdido. Y hay 12 bebés que han nacido de úteros trasplantados.