Maranjani fue diagnosticada dos veces con cáncer de mama a los 40 años y una tercera vez con cáncer metastásico, hoy da una luz de esperanza a los pacientes
Por: Estefanía Santos
Maranjani Borrero Grau es una puertorriqueña que tras ser diagnosticada dos veces con cáncer de mama a los 40 años y una tercera vez con cáncer metastásico, hoy da una luz de esperanza a los pacientes que enfrentan esta patología y le cuenta su testimonio a la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) para que más pacientes sigan su ejemplo.
“Yo regularmente todos los años me hacía mi examen de rutina, siempre salía una masita benigna que el doctor me indicaba que mientras no creciera estábamos bien, pero un día, cuando me palpo, veo que la masa había crecido y entonces me dirijo a hacerme mi prueba de verificacion, mi mamografia, mi sono y en ese momento me di cuenta de que algo había pasado y enfrenté entonces el primer diagnóstico en enero del 2017, se me identificó un cáncer de seno en mi lazo izquierdo ya tipo 4”, contó Maranjani a MSP.
Cifras del Departamento de Salud de Puerto Rico, evidencian que 1 de cada 12 mujeres desarrolla cáncer de seno. Si se detecta a tiempo, puede curarse. El cáncer de seno es el más común en mujeres en Puerto Rico. Los datos del Registro Central de Cáncer reflejan que cerca del 29.7% de los diagnósticos de cáncer en mujeres, son en el área del seno.
Qué sintió cuando le dieron el diagnóstico
Desde el inicio de la enfermedad, Maranjani mantuvo la calma, lo que le permitió recibir el diagnóstico de la manera más positiva posible. Sin embargo, el temor fue inevitable.
“Cuando me diagnosticaron el cáncer y me hicieron la biopsia, ahí indicaron el tipo de tumor que tenía.Entonces el doctor se sienta conmigo y me explica. Yo ya había leído previamente lo que dice el papel y uno se sorprende, pero espera que sea el doctor quién te explique y uno pueda entender ese proceso. Ahí él me da la noticia, me explica lo que tenía, el tipo de cáncer que tenía: tipo 4. A mi siempre me ha gustado investigar y leer para conocer un poco mas de mi diagnóstico y entonces me dan esa orientación importante y ese apoyo, porque cuando tu recibes esa noticia estás destruido, yo estaba sola, él me indica que si hay algún familiar conmigo y yo le digo que estoy sola. Él me indica todas las posibilidades que ese cáncer tiene, unos tratamientos bien efectivos, unas estadísticas positivas. Desde ese momento me sometí a ese proceso para tratar este cáncer tipo 4 en mi seno izquierdo”, contó la paciente.
No todo acabó ahí
Según MayoClinic, una mastectomía es una cirugía para extirpar todo el tejido mamario de un seno para tratar o prevenir el cáncer de mama. Maranjani Borrero Grau fue sometida a esta intervención quirúrgica pero tomó una decisión trascendental. ¿Funcionó?
“Mi proceso de quimioterapias fue para reducir el tumor que estaba en mi lado izquierdo, luego que el tumor redujo, me realizaron la operación, me hice mastectomía bilateral, aunque mi lado derecho estaba sano, yo tomé la decisión por prevención en realizarme mastectomia, me operaron, me sacaron ese tumor y me realicé el proceso de reconstrucción en la misma operación”, dijo.
Después de eso, Borrero Grau cuenta que comenzó con el proceso de recuperación y finalizó con la quimioterapia para continuar con 28 radioterapias. Al finalizarlas, sucedió algo impensable.
“En el proceso de ya finalizar radioterapia, en mi axila derecha me palpo algo particular, cuando vuelvo donde mi doctora, le indico que me había salido algo raro, que entendía que algo me estaba saliendo en la axila, me manda a hacer un sonograma y me había salido otro tumor en la axila derecha. Me vuelven a hacer los mismos procesos diagnósticos, ahí nos pudimos dar cuenta que yo tenía otro tipo de cáncer, cuando se clasifican los tumores en el lazo izquierdo, me había dado un cáncer triple positivo, pero en esa axila tenía un triple negativo”, recordó Maranjani.
¿Comenzó de nuevo el viacrucis?
La paciente cuenta que para tratar el tumor que le había salido en la axila le dieron “quimioterapia roja, que fue bien fuerte asimilar esos tratamientos, pero con mucha fuerza, yo entendía en ese momento que esos medicamentos, aunque lo destruyen a uno como persona, te quitan el apetito y te ocasionan todos esos síntomas, esto era mi vida, de esto dependía si yo vivía o no".
"Lo particular de mi cáncer es que después de recibir cuatro quimioterapias rojas, el tumor no desapareció, por el contrario, creció y se convirtió en un tumor grande y las probabilidades de cirugía eran mínimas”.
Maranjani cuenta que el doctor le aseguró que trataría de removerle ese tumor que era muy grande. “En ese momento yo lo visualicé como un monstruo y dije: ‘wow, dentro de mí hay un monstruo’. Pero mi fe es grande, yo me encomendé a Dios y dije: 'que se haga su voluntad', él tiene el control de mi vida y de mi proceso, yo no puedo decidir”, mencionó.
¿Por fin todo acabó?
Borrero se enfrenta a una nueva cirugía para remover el tumor que le había salido en la axila y creyó que todo estaría bien. Lamentablemente, algo inesperado volvió a suceder.
“Me realizaron mi operación de esa axila derecha y me quitan todo el tumor, gracias a Dios sané muy bien de ese proceso y empecé el proceso de revisión cuando entendía que ya había sanado, que todo estaba bien, que tenía que tomar mis pastillas indefinidamente porque no tengo fecha de caducidad. En abril me hacen mis estudios de evaluación para ver cómo está mi cuerpo, entonces me diagnosticaron metástasis, eso no es signo de muerte, es signo de que uno tiene que vivir y enfrentar esa enfermedad, mi cuerpo no reacciona, yo no puedo decidir sobre él, yo entiendo que hay que vivir con más fuerza”, dice con nostalgia.
¿Se dio por vencida?
Maranjani cuenta que esto fue difícil para ella, pero decidió vivir y permitir que la voluntad de Dios se hiciera y disfrutar de sus días. Además, dice que su familia fue una pieza fundamental en este proceso y eso “me fortaleció para continuar este tratamiento, no rendirme y echarle ganas y recibirlo y aprender a vivir con él porque era un tratamiento largo, había que enfrentarlo fuera como fuera y había que tomar la decisión y ellos estuvieron ahí para apoyarme”.
“Me siento agradecida con Dios porque me dio la oportunidad de vivir, yo no pedía mucho, yo lo único que pedía era que me diera vida para estar con mis hijos (un pequeño de 13 y una niña de 17) y estoy muy agradecida, he sido bendecida por este proceso de sanación, mis análisis ahora en julio salieron que no habían tumores en mi cuerpo y estoy llena de vida, lucharé para seguir viviendo cada día, me siento una mujer viva, que lucha día a día y que no se va a dar por vencida jamás”, dice orgullosa la paciente.
Tras vencer el cáncer después de un difícil, largo y extenuante proceso de recuperación, Maranjani le da una exhortación a quienes viven con la enfermedad.
“A todas esas pacientes que se están enfrentando a esta enfermedad de cáncer de seno, nuestra actitud es bien importante para ese proceso de recuperación, sanar, tienen que sanar desde adentro para poder sanar esa enfermedad que te está consumiendo. Hay que enfrentarla, no importan los síntomas, hay que tomar la decisión de vivir, hay que enfrentarla, hay que salir de la cama y entender que hay vida, tenemos que luchar por vivir, mi mayor lección de vida ha sido mi actitud frente a las cosas”, concluyó la paciente en diálogo con MSP.