Expertos alertan sobre los riesgos de una copa menstrual mal posicionada. Además de causar fugas, puede generar problemas más serios, como obstrucción urinaria y daño renal.
Por: Laura Guio
Un reciente informe publicado en la revista BMJ Case Reports pone en evidencia los peligros de una copa menstrual mal colocada.
En este caso, una joven de unos 30 años experimentó dolor intermitente en el flanco derecho y en la pelvis durante varios meses, además de notar sangre en su orina.
Tras realizarse diversos estudios, los médicos detectaron que su riñón derecho y uréter estaban inflamados, y la causa fue una copa menstrual mal posicionada, que obstruía el flujo de orina hacia la vejiga.
Aumento en el uso de copas menstruales y sus posibles complicaciones
El uso de copas menstruales ha ganado popularidad en los últimos años como una alternativa sostenible a otros métodos de control del flujo menstrual.
Sin embargo, los expertos advierten que, aunque las complicaciones son poco frecuentes, pueden incluir dolor, reacciones alérgicas, heridas vaginales, incontinencia urinaria, infecciones, e incluso el desplazamiento de dispositivos intrauterinos (DIU).
En este caso particular, la joven había estado usando la copa durante sus períodos más abundantes, vaciándola cada dos o tres horas.
Tras dejar de usarla, los síntomas desaparecieron por completo, lo que llevó a los médicos a concluir que la copa estaba interfiriendo con el flujo urinario, provocando la inflamación renal.
La importancia de un uso adecuado y la orientación médica
Aunque este tipo de complicaciones son poco comunes, los expertos enfatizan la necesidad de un uso adecuado y consciente de la copa menstrual.
La posición correcta, así como la elección del tamaño y forma adecuada de la copa, son fundamentales para evitar efectos negativos sobre el tracto urinario.
Actualmente, las copas menstruales se venden sin la necesidad de una consulta médica previa, lo que resalta la importancia de proporcionar información clara y detallada a las usuarias sobre su correcto uso.
"El uso de copas menstruales debería ir acompañado de material informativo que explique las posibles complicaciones y cómo evitarlas. Los médicos deben estar mejor preparados para educar a sus pacientes sobre los riesgos y cómo prevenirlos", señalan los expertos del informe.
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