Las mucopolisacaridosis (MPS) son un grupo de enfermedades metabólicas hereditarias causadas por la ausencia o el mal funcionamiento de ciertas enzimas, dentro de estas se encuentra el síndrome de Morquio el cual consiste en un trastorno metabólico hereditario.
Las mucopolisacaridosis (MPS) son un grupo de enfermedades metabólicas hereditarias causadas por la ausencia o el mal funcionamiento de ciertas enzimas, dentro de estas se encuentra el síndrome de Morquio el cual consiste en un trastorno metabólico hereditario.
El síndrome de Morquio es un proceso autosómico recesivo esto quiere decir que es una manera que se puede transmitir de padres a hijos.Daniela Osorio Rivera
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
De acuerdo con la revista impresa de Medicina y Salud Pública, el doctor Heriberto Román, coordinador de la Clinical Research Center San Jorge Children’s Hospital, habló sobre el síndrome de morquio y las consecuencias de este.
En la mayoría de las MPS no se observa sintomatología en el neonato, estos se comienzan a notar cuando los niños tienen entre uno y tres años de edad y la confirmación del diagnóstico podría realizarse mediante un panel de mucopolisacaridosis por sangre.
La pérdida de la audición por lo general comienza a mediados de la infancia, una afección que también se presenta como una pérdida frecuentemente progresiva pero moderada. En los afectados con este síndrome, es como una disfunción del oído medio. Se debe realizar una evaluación audiológica por lo menos una vez al año, al comienzo del diagnóstico y continuamente a lo largo de la vida del paciente.
Por otro lado el esmalte dental es uniformemente anormal, esta condición afecta tanto a los dientes de leche como a los permanentes, existe una mayor probabilidad de fracturas dentales, desgaste dental y caries.
Los problemas respiratorios de características restrictivas u obstructivas pueden surgir en pacientes con el síndrome de morquio, es fundamental realizar visitas médicas al neumólogo y el especialista en somnología con el fin de ayudar a definir los tratamientos adecuados según la necesidad del paciente.
Con un tratamiento adecuado, muchas personas afectadas morían a comienzos o durante la vida adulta, aún así se puede evidenciar casos donde los pacientes alcanzan los 50 o 60 años de vida.