Marcada la herencia del ADN mitocondrial taíno en Puerto Rico

Científico de Mayagüez logra establecer la herencia genética de la raza taína en municipios como Ponce, Juana Díaz, entre otros.

Por: Medicina y Salud Pública


"Soy borincano, negro y gitano, soy taíno y soy lágrimas y también dolor", dice la canción que una de nuestras más queridas cantantes ha patentizado no solo en el pentagrama de la historia de la música nacional sino también dentro del corazón y hasta la piel de cada puertorriqueño. Cuando escuchamos la voz de Lucecita Benítez interpretar Raza Pura, esa composición del declamador y poeta David Ortiz, y la colaboración del uruguayo radicado en Puerto Rico, Tony Croatto, no es fácil imaginar genéticamente la composición de ese héroe que se describe, especialmente porque hace tiempo que se descubrió que en nuestra cultura han predominado tres razas: india, europea y africana. Casi nadie escapa del “¿Y tu aguela aonde etá?”, pero desde hace más de una década que se viene investigando con alta seriedad y gran profundidad la genética taína que dio forma al puertorriqueños. Ha sido un trabajo muy interesante que ha comandado el doctor Juan Carlos Martínez Cruzado, quien estudia el ADN mitocondrial desde 1994, con el propósito de investigar el origen de los primeros inquilinos de nuestra tierra. Acudimos a su oficina en el Departamento de Biología de Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), donde encontramos vasta documentación que revela su arduo trabajo en el campo de la genética. De hecho, está brindando el curso de evolución genética, que es uno de los más interesantes que se imparte en el RUM. El trabajo del Dr. Martínez Cruzado está basado en el ácido desoxirribonucleico (ASDN) mitocondrial, porque el mitocondrio está presente en todos y puede trazar el mapa genético de la humanidad. Martínez Cruzado, quien es heredero genético del RUM porque sus padres fueron profesores en el famoso colegio mayagüezano, y como quien diría coloquialmente, lleva ese recinto en su sangre, completó su doctorado en la Universidad de Harvard, donde nunca imaginó realizar una investigación de tanta trascendencia desde el punto de vista genético y además desde histórico, antropológico, cultural y hasta social, debido a la importancia que reviste en los hallazgos encontrados en los cabellos que ha podido estudiar de los puertorriqueños. Desde 1976 es colegial 

“A mí me interesaba la evolución, el origen de las cosas, y creo que la razón por la que me interesaba es porque desde pequeño, estuve viviendo cerca de tres años en una finca que mi padre tenía en Maricao, y entonces ahí estaba en contacto cercano con la naturaleza y aislado también, porque estábamos apartados de otras residencias y ese contacto con la naturaleza me interesó, y de allí me interesé por las plantas y los animales y me interesó saber sobre la evolución y con ello en la biología y la genética”, manifestó.

Pero no fue hasta el 8 de marzo de 1994, cuando estaba con un grupo de vecinos interesado en preservar un yacimiento arqueológico de Mayagüez que estaba siendo saqueado, que conoció al arqueólogo Juan José Ortiz Aguiló, director del Programa de Arqueología del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Ortiz Aguiló supo que Martínez Cruzado estudiaba la genética y de allí surgió la idea de investigar el origen indígena y la presencia de los genes taínos en los puertorriqueños. Luego comenzaron el estudio de cuatro osamentas, especialmente por su composición genética partiendo del ácido desoxirribonucleico mitocondrial, transmitido por la madre, ya que permanece intacto por generaciones. Así las cosas viajaron a las Indieras de Maricao donde encontraron 18 muestras, y luego a través de una convocatoria por medio de la Internet obtuvieron 33 muestras más, especialmente de familiares de empleados del RUM. Más tarde obtuvieron muestras de estudiantes.

“El 76 por ciento de ellos salieron con el ADN indígena y los de las Indieras, 65 por ciento, y de los estudiantes que obtuvimos muestras y más de la mitad salieron indígenas y pensamos que había mucho por estudiar y redactamos la propuesta”, agregó el Dr. Martínez Cruzado.

Luego hicieron un estudio representativo de la población del país y obtuvieron un resultado de 61 por ciento. Un dato interesante es que por haber llegado en su mayoría una gran cantidad de europeos a Puerto Rico, en el periodo del descubrimiento, y luego una alta población de esclavos africanos, en su mayoría hombres, las muestras del ADN mitocondrial son de mayor peso. Todos tenemos el mitocondrio, solo mas madres pueden transmitirlo.

“Los europeos que llegaron eran casi todos hombres y hay muy poco ADN Mitocondrial europeo”, destacó el Dr. Martínez Cruzado.

De ese estudio, la parte este del país, es decir del Río La Plata, aparece con un porcentaje menor, ya que la población europea y africana es mayor, mientras que en el Oeste el por ciento es mayor. Los estudiosos dividieron el estudio en cinco regiones geográficas y la cantidad de muestras era proporcional a la cantidad de población que representaban. De los municipios con mayor herencia indígena mitocondrial no fueron los de la zona montañosa sino de la zona sur, Juana Díaz y Ponce, mientras que en el Norte, Vega Baja. Con relación al ADN Nuclear, que es de ambos padres, Florida fue el que más alto salió de herencia indígena, mientras que Guayanilla quedó en segundo puesto.

 “Como la gente emigraba de la montañas a la costa, encontramos muchos en la costa”, indicó Martínez Cruzado, quien destacó que la herencia indígena de los puertorriqueños la migración se ha mantenido idéntica del oeste al este de Puerto Rico.

El origen de los indígenas que llegaron a nuestras tierras proviene de la zona amazónica y de América Central, de acuerdo con el estudio del Dr. Martínez Cruzado, quien está seguro de que en la población de puertorriqueños que viven en Estados Unidos, el patrón debe ser similar.

 “Allá se han hecho unos estudios y no son distintos a los que hemos encontrado aquí”, agregó.

Los patrones migratorios históricos se pueden relacionar desde el origen, por lo que no es extraño notar que las personas con ADN Mitocondrial se desplacen de un lugar a otro, y desarrollen patrones sociales similares a través del tiempo.

“Hay una relación entre estatus socioeconómico, y eso no debe sorprender a nadie, que sale en los datos”, destacó el Dr. Martínez Cruzado.

Actualmente, el RUM en unión a la Universidad de San Francisco y la Universidad de Stanford, realiza otros estudios. Un dato que debe ayudar bastante es el del genoma humano, que debe profundizar los estudios.

“Si hacemos un análisis con todos los marcadores informativos de ascendencia, lo que hace identificar su origen más que el europeo, de 800 muestras representativas del país, 642 funcionaron y el porcentaje europeo salió en 64 por ciento, africano 21 por ciento, e indígena 15 por ciento”, explicó el Dr. Martínez Cruzado sobre el ADN Mitocondrial.

El indígena llega temprano al mestizaje y no llegaron indios nuevos, mientras que europeos y africanos fueron llegando a Puerto Rico en gran proporción.

“Aquí lo que dice es que aquí todo el mundo tiene dinga y mandinga. ¿Qué diferencia puede tener un puertorriqueño de otro?, pues todo el mundo tiene algo de indio, pero, puede tener mucho de europeo, o mucho de africano”, resaltó el Dr. Martínez Cruzado.



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