En los pacientes con alzhéimer, la proteína beta amiloide se pliega incorrectamente debido a cambios patológicos mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Con las técnicas actuales, la enfermedad, la causa más frecuente de demencia, solo puede detectarse una vez que se han formado las placas típicas en el cerebro y la terapia no es eficaz
La mayoría de los casos de personas con enfermedad de Alzheimer se duelen diagnosticar en fases avanzadas, cuando el deterioro es visible y las posibilidades de tratamiento limitadas. Con las técnicas actuales, la enfermedad, la causa más frecuente de demencia, solo puede detectarse una vez que se han formado las placas típicas en el cerebro.
Sin embargo, se sabe que el alzhéimer produce cambios en el cerebro hasta 20 años antes de que se perciban sus efectos. Ahora, investigadores de la Universidad Ruhr-Bochum (Alemania) aseguran haber diseñado un método que ayudará a detectar la enfermedad en una etapa mucho más temprana. Los investigadores publicaron su informe en la revista « Alzheimer and Dementia: Diagnosis, Assessment and Disease Monitor».
Los datos, afirma el profesor Klaus Gerwert, «servirán para avanzar en nuevas terapias para las etapas más tempranas, donde los medicamentos hasta ahora ineficientes en los que hemos depositado nuestras esperanzas pueden resultar efectivos».
En los pacientes con alzhéimer, la proteína beta amiloide se pliega incorrectamente debido a cambios patológicos mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas. Este equipo de investigadores detectó con éxito este plegamiento incorrecto mediante un simple análisis de sangre; como resultado, la enfermedad puede detectarse aproximadamente ocho años antes de que se presenten los primeros síntomas clínicos.
Sin embargo, la prueba no puede usarse en la clínica, todavía, debido al número elevado de falsos positivos, es decir, personas a las que se detectó el plegamiento de la proteína pero que no desarrollaron alzhéimer: detectó el 71% de los casos de alzhéimer en estadios sin síntomas, pero al mismo tiempo proporcionó diagnósticos falsos positivos para el 9% de los participantes del estudio.
El paso siguiente, comenta Gerwert, es iniciar nuevos estudios clínicos con participantes etapas tempranas de la enfermedad", señala Gerwer, donde se espera los anticuerpos terapéuticos existentes todavía tengan un efecto. «Recientemente, dos importantes estudios prometedores han fracasado, especialmente Crenezumab y Aducanumab, porque probablemente la terapia se inició demasiado tarde».
El análisis de sangre se ha actualizado a un proceso totalmente automatizado en el Departamento de Biofísica de la citada universidad. «El sensor es fácil de usar, robusto cuando se trata de la fluctuación en la concentración de biomarcadores y está estandarizado», explica Andreas Nabers. «Ahora estamos llevando a cabo una investigación en profundidad para detectar el segundo biomarcador, a saber, la proteína tau, en sangre, con el fin de proporcionar una prueba de sangre en el futuro», concluye Gerwert.