Una de las estrategias epidemiológicas y de prevención para poder tener registros adecuados de los pacientes infectados por COVID-19 es por medio de la toma de pruebas constantes.
Eduardo Najar
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Una de las estrategias epidemiológicas y de prevención para poder tener registros adecuados de los pacientes infectados por COVID-19 es por medio de la toma de pruebas constantes, con el fin de mantener a dichos individuos bajo arduos y específicos protocolos médicos.
Sin embargo, la cantidad de pruebas tiene en vilo a varios salubristas pues han disminuido notablemente lo que afecta un diagnóstico primerizo.
En entrevista con la revista Medicina y Salud Pública (MSP) el licenciado Francisco Colón y el doctor Ricardo Jaén, ambos miembros del Task Force Ciudadano, profundizan en cómo puede afectar el cambio de la cantidad de pruebas y el efecto y protocolos de la esperada vacuna contra el SARS-CoV-2.