Una nueva generación de investigaciones científicas emergen desde las aulas académicas que entrenan a los endocrinólogos de la isla en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM), donde sus estudios se mueven a documentar, entre otras cosas, le epidemiología de enfermedades endocrinológicas y los factores asociados que pudieran pasar desapercibidos en el tratamiento de estas.
Según explicó a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) la doctora Margarita Ramírez, directora del Programa de Endocrinología del RCM, la nueva generación de investigaciones en el campo van directamente a documentar la realidad clínica entre la población puertorriqueña.
Entre los estudios científicos que han logrado desde la sección médica se encuentran: la epidemiología del cáncer de tiroides durante 20 años en la isla, un primer estudio a nivel de toda la isla y citado a nivel mundial; las características del síndrome de ovario poliquístico en la mujer puertorriqueña; la seguridad en medicamentos orales para pacientes embarazadas con diabetes, entre otros.
“Tenemos una única máquina de densitometría que tiene un aditamento que hace unas medidas de hueso que es único en Puerto Rico (Trabecular Bone Score o TBS). Esto nos brinda una información adicional de la que nos da la densitometría regular. Esto sería para pacientes con osteoporosis y pacientes con enfermedad renal porque en estos pacientes la pérdida de hueso no se revela de forma esperada en la densidad usual (de estos pacientes)”, sostuvo Ramírez.
“Con esto también iniciamos proyectos de investigación (adicionales) para establecer cuáles son los valores normales en la población de Puerto Rico, en las mujeres postmenopaúsicas y a partir de eso hacer otros estudios. Otros estudios buscan ver los micronutrientes en pacientes candidatos a cirugía bariátrica antes y después de la cirugía”, detalló.
Más aún, algunos rieles científicos se dirigen a evaluar el manejo y tratamiento de los pacientes diabéticos que llegan hasta las facilidades del Hospital Universitario, para continuar reforzando la educación y entrenamiento en esta condición epidémica en Puerto Rico (casi 500 mil pacientes diagnósticados) y si es necesario, entrenar a personal de enfermería y otros profesionales de la salud.
Los síntomas gastrointestinales son otro camino investigativo que los endocrinólogos desean experimentar, pues, a juicio de Ramírez, en algunas ocasiones la medicina primaria solo se concentra en el tratamiento específico de la diabetes y se pudieran pasar desapercibido problemas gastrointestinales asociados a la afección como por ejemplo, gastropáresis (trastorno estomacal donde no se digiere efectivamente los alimentos).
Finalmente, aunque la especialista aseguró que hoy día el campo de las terapias contra la diabetes es uno evolucionado, indicó que ha hecho un énfasis a que el currículo de entrenamiento de la práctica de la endocrinología se mueva más a lo “básico, donde se debe trabajar con los cambios en los estilos de vida de los pacientes”