Los medicamentos del futuro, ya del presente, fruto de la nueva medicina, podrían resumirse en tres ideas: más precisos, más eficaces y con menos efectos secundarios
Los medicamentos del futuro, ya del presente, fruto de la nueva medicina, podrían resumirse en tres ideas: más precisos, más eficaces y con menos efectos secundarios
La medicina de precisión, o medicina personalizada, es un concepto relativamente nuevo que hace referencia a la adaptación del diagnóstico y tratamiento médico y farmacológico a las características individuales de cada paciente o perfiles de pacientes. Esta nueva práctica implica que las decisiones referentes al diagnóstico, tratamiento o prevención de enfermedades se tomarán en base a la integración de las características genómicas y moleculares de la enfermedad con la información sobre la situación clínica y los hábitos del paciente. Y siempre tomando en consideración sus deseos y expectativas.
En este amplio concepto entran los tratamientos de carácter biológico de nueva generación, como anticuerpos monoclonales o, incluso más recientemente, las terapias génicas o celulares. Se definen en parte por oposición a los clásicos de síntesis química o biológicos de amplio espectro (vacunas e insulinas), que siguen siendo de gran utilidad para el tratamiento de una notable cantidad de patologías.
El nuevo enfoque al que responden estos tratamientos ha provocado también que los ensayos clínicos sean cada vez más complejos y generen mayores exigencias y requisitos. Por ejemplo, los procedimientos totales del protocolo de un ensayo clínico han aumentado un 70% entre 2000 y 2015.
La consecuencia de esta mayor complejidad es que la inversión global que requiere todo el proceso de desarrollo de un fármaco, desde su identificación molecular hasta la aprobación y llegada al paciente, prácticamente se ha duplicado en los últimos 15 años.
A pesar de ello, el compromiso de la industria farmacéutica innovadora con la investigación y desarrollo de medicamentos y, por ende, con la salud y la calidad de vida de la población es robusto e inequívoco. Por ello, las compañías del sector son las que más invierten en I+D en Europa, con un 15% de las ventas netasdestinado a estas actividades.
En el futuro próximo, ya casi en este presente, el esfuerzo combinado de industria farmacéutica, investigadores, profesionales sanitarios, autoridades y pacientes ofrece una nueva generación de tratamientos y fármacos. Nuevos medicamentos que, gracias al nuevo enfoque de la investigación biomédica y la asistencia sanitaria, responden a la perfección al axioma de la medicina personalizada: más precisos, más eficaces y con menos efectos secundarios.