La ginecología y obstetricia boricua se posicionó como uno de los campos que logró salvaguardar la salud reproductiva de la mujer en medio de la amenaza de salud pública a causa del brote del virus Zika en el país.
La ginecología y obstetricia boricua se posicionó como uno de los campos que logró salvaguardar la salud reproductiva de la mujer en medio de la amenaza de salud pública a causa del brote del virus Zika en el país.
Este esfuerzo fue liderado por el doctor Nabal Bracero, endocrinólogo reproductivo, que junto a la matrícula de especialistas de la isla, lograron que menos del 1% de neonatos de 3 mil mujeres embarazadas infectadas con Zika - alrededor de 60 bebés – presentarán secuelas a causa del síndrome congénito asociado al virus.
Precisamente todo el esfuerzo salubrista contra el virus que amenazó la salud reproductiva de la mujer en Puerto Rico mereció el Premio de Reconocimiento al Servicio por parte del Concilio de Jefes de Distrito del Colegio Americano de Obstetras Ginecólogos, que recibió proyectos de 58 mil ginecólogos que existen en los Estados Unidos agrupados bajo el colegio.
El mismo fue otorgado a principios del mes de mayo. Cada uno de los distritos somete distintos proyectos anualmente a nivel de ginecología y obstetricia y solo dos son premiados.
La medida de salud pública fue producto de la unión entre el Puerto Rico Obstetrics & Gynecology (PROGyn), organización médica sin fines de lucro en Puerto Rico, en conjunto con el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) así como esfuerzos aunados con agencias estatales como el Departamento de Salud (DS).
“El proyecto fue un reconocimiento al esfuerzo que se hizo durante el brote de Zika en Puerto Rico (en el año 2016) en el esfuerzo de educar sobre el virus a las mujeres embarazadas, en ayudar al Departamento de Salud a realizar las pruebas de cernimiento del virus en las embarazadas, en el entrenamiento de los profesionales de la salud para el manejo clínico del virus”, explicó a Medicina y Salud Pública el especialista.
El “Zika Reproductive Health Response” figuró como otra medida de salud pública implementada por primera vez en el País, que impactó a un sinnúmero de mujeres embarazadas y en edad reproductiva en un esfuerzo de educación sobre el virus Zika.
“También implementamos el proyecto Zika Contraception Network (Z-CAN) que se trató de un esfuerzo reproductivo contra el Zika, donde se unieron PROGyn, CDC, y donaciones federales donde lograron ofrecer a las mujeres métodos anticonceptivos reversibles de larga duración, medida que históricamente no había beneficiado a Puerto Rico. Fue un esfuerzo de educación y re-entrenamiento en cómo utilizar los dispositivos intrauterinos (DIU) y implantes subdermales, entre otros métodos, para las mujeres puertorriqueñas que quisieran evitar los hijos durante el brote de Zika”, afirmo.
“También se generó lo que fue el Materno Fetal Medicine and Obstetrics Networks, donde los especialistas en medicina materna fetal y los sonografistas especializados en esta área y se estandarizó todo el manejo relacionado a Zika acorde con las guías del CDC de Atlantas, pero atemperadas a la realidad de Puerto Rico. Las facultades de hospitales de Ginecología y demás profesionales asociados al campo también se beneficiaron de los entrenamientos ofrecidos como parte del proyecto”, manifestó.
Finalmente, el endocrinólogo reproductivo agradeció a la matrícula de ginecólogos obstetras de Puerto Rico por ser parte de todo el esfuerzo y aseguró además que el colectivo estará mejor preparado para responder de manera rápida, efectiva y responsable ante otra emergencia de salud pública que atente contra la salud reproductiva de la mujer.