Los científicos Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, tienen algo en común, son los galardonados con el premio Nobel en la rama de la medicina para este 2017. Así lo decidió el jurado del Instituto Karolinska de Estocolmo; responsable de entregar el reconocimiento, al destacar el descubrimiento hecho por los investigadores de que los seres vivos portan en sus células un reloj interno, sincronizado con las 24 horas que le toma al planeta tierra cumplir el ciclo de un día incidiendo en la forma en que el organismo responde a las diferentes jornadas.
La investigación, que usó como base la realizada por los fallecidos biólogos Seymour Benzer y Ronald J. Konopka, se desarrolló con un grupo de moscas en las cuales se logró aislar el gen bautizado “periodo” que es asociado con el control del ritmo biológico normal, para demostrar que dicho gen junto con otros, se autorregulan a través de proteínas propias de sus organismos para generar oscilaciones de 24 horas, confirmando así que cada célula posee su propio reloj interno autorregulado.
Para la comunidad científica el descubrimiento ha sido de vital importancia sobre todo en el impacto directo que tiene esto en la salud humana. Pues los ritmos internos circadianos, están directamente implicados en la regulación del sueño, la liberación hormonal, la alimentación, la temperatura corporal e incluso la presión sanguínea; y el no respeto de dicha regla puede aumentar el riesgo de padecer cáncer y algunos trastornos neurodegenerativos.