Las estatinas liposolubles pueden prevenir el cáncer de hígado y reducir la mortalidad en pacientes con hepatitis viral crónica.
Las estatinas liposolubles pueden prevenir el cáncer de hígado y reducir la mortalidad en pacientes con hepatitis viral crónica.
Estos son los resultados de un estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska en Suecia, entre otros. El estudio aparece en Annals of Internal Medicine.
La hepatitis viral crónica (hepatitis B y C) son afecciones graves con un mayor riesgo de cáncer de hígado. Actualmente, es posible tratar la hepatitis B y curar la hepatitis C, pero no existe un tratamiento que pueda prevenir el cáncer de hígado en personas cuyo hígado ha sido dañado por la hepatitis.
En años recientes, los investigadores han comenzado a investigar si las estatinas, que reducen los niveles de colesterol y se usan principalmente para prevenir enfermedades cardiovasculares, también pueden prevenir el cáncer de hígado.
Las estatinas son liposolubles (lipofílicas) o hidrosolubles (hidrofílicas), pero el papel que esta diferencia juega en la prevención potencial del cáncer no ha sido claro.
En el estudio en cuestión, se identificaron más de 63,000 pacientes con hepatitis B y C crónica. Entre ellos, 8.334 pacientes utilizaron estatinas, de los cuales 6.554 utilizaron estatinas liposolubles (por ejemplo, atorvastatina, simvastatina, fluvastatina, lovastatina) y 1.780 utilizaron estatinas hidrosolubles (por ejemplo, pravastatina, rosuvastatina).
Durante un período de seguimiento de 10 años, el cáncer de hígado se desarrolló en el 3,3% de los pacientes con estatinas liposolubles, en comparación con el 8,1% de los pacientes sin estatinas. Después de tener en cuenta otros factores, esto correspondió a un riesgo un 44 por ciento menor de cáncer de hígado. Los pacientes con estatinas liposolubles también tuvieron una tasa de mortalidad más baja después de diez años que los pacientes que nunca habían usado estatinas.
Los pacientes que usaron estatinas solubles en agua también tuvieron una tasa de mortalidad más baja, pero no tuvieron una incidencia reducida de cáncer de hígado. Además, las estatinas liposolubles tuvieron un mayor efecto sobre la mortalidad que las estatinas hidrosolubles.