Cortes, rasguños, ampollas, quemaduras… Son muchas las maneras en que la piel puede resultar dañada. La mayoría de los actuales métodos para curar heridas consisten en colocar una barrera sobre ella para mantenerla húmeda, limitar el dolor y reducir la exposición a microbios infecciosos, pero no ayudan activamente en el proceso de curación.
Cortes, rasguños, ampollas, quemaduras… Son muchas las maneras en que la piel puede resultar dañada. La mayoría de los actuales métodos para curar heridas consisten en colocar una barrera sobre ella para mantenerla húmeda, limitar el dolor y reducir la exposición a microbios infecciosos, pero no ayudan activamente en el proceso de curación.
Para optimizar este proceso, un equipo de investigadores de Instituto Wyss de Ingeniería de Inspiración Biológica de la Universidad de Harvard y otras instituciones estadounidenses han desarrollado un nuevo sistema para acelerar la cicatrización de heridas basado en hidrogeles sensibles al calor que son mecánicamente activos, elásticos, resistentes y antimicrobianos. Y los han denominado adhesivos activos (AAD).
Estas nuevas ‘tiras’ pueden cerrar heridas significativamente más rápido que otros métodos y prevenir el crecimiento bacteriano sin necesidad de ningún dispositivo o estímulo adicional, señalan los autores del estudio que se ha publicado en el último número de la revista Science Advances.
Para confirmar su eficacia en heridas cerradas, los investigadores probaron los nuevos apósitos en piel de ratón y encontraron que reducía el tamaño del área de la herida en un 45 % en comparación con las muestras no tratadas, y cerraron las lesiones más rápido que otros tratamientos, incluyendo microgeles, quitosano, gelatina y otros tipos de hidrogeles. Los AAD tampoco causaron inflamación ni respuestas inmunitarias, lo que indica que es segura para su uso en tejidos vivos.