Por: Paula Alejandra Rojas Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Algunas especies bacterianas presentan en su interior pequeñas cápsulas de proteínas dentro de las cuales tienen lugar ciertas reacciones. Estos compartimentos son llamados encapsulinas y actúan como semiorgánulos bacterianos. Científicos del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC), han descrito las características estructurales de estas jaulas nanométricas. Los resultados sugieren que las encapsulinas podrían ser útiles como agentes terapéuticos, biosensores, biorreactores u otras aplicaciones nanotecnológicas. En concreto, los investigadores han descifrado la estructura tridimensional de las encapsulinas utilizando técnicas de criomicroscopía electrónica. Además, han demostrado que las encapsulinas son robustas, estables y funcionales tanto in vitro como in vivo. Según los investigadores, se ha comprobado que las encapsulinas inmovilizadas en una superficie son capaces de funcionar como biorreactores. Además, se ha observado que son internalizadas por células en cultivo, lo que las convierte en buenas candidatas como vehículos de agentes terapéuticos para liberación controlada de fármacos. Una de las características más relevantes de las encapsulinas es su porosidad, ya que los agujeros de pocos nanómetros en la superficie permiten a las moléculas más pequeñas entrar y salir libremente. Las proteínas más grandes quedan confinadas en su interior, donde llevan a cabo ciertas reacciones. En este sentido, para estudiar su funcionalidad como nanoreactores, los científicos inmovilizaron las encapsulinas sobre una superficie de cristal. Al añadir los sustratos adecuados al medio, la proteína encerrada en su interior conservaba intacta su capacidad de llevar a cabo la reacción esperada. El segundo experimento se realizó con encapsulinas que portaban una proteína fluorescente fácilmente detectable. Al cultivarlas junto a macrófagos, las encapsulinas fueron internalizadas por las células. Las cápsidas de virus y otras nanoestructuras proteicas ya han sido ampliamente estudiadas como vehículos o biorreactores. Sin embargo, este estudio es de los primeros trabajos que centran la atención en las encapsulinas.