Un artículo publicado en la revista PNAS describe por primera vez una vía del sistema nervioso central para eliminar sustancias de desecho de origen cerebral mediante la formación de cuerpos amiláceos (CA).
Servicios Combinados MSP
Un artículo publicado en la revista PNAS describe por primera vez una vía del sistema nervioso central para eliminar sustancias de desecho de origen cerebral mediante la formación de cuerpos amiláceos (CA). Los CA son unos agregados constituidos por polímeros de glucosa que engloban productos residuales.
El trabajo, que abre nuevas perspectivas a la práctica clínica en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas, está dirigido por Carme Pelegrí y Jordi Vilaplana, profesores de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación, el Instituto de Neurociencias (UBNeuro) de la Universidad de Barcelona y el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), informó Agencia Sinc.
Cuerpos amiláceos
Los cuerpos amiláceos del cerebro humano fueron descritos por primera vez en 1837 por el anatomista y fisiólogo Jan Evangelista Purkinje. Se encuentran sobre todo en zonas limítrofes del sistema nervioso central –cerca de los ventrículos cerebrales y en zonas subpiales– y abundan en el cerebro de personas de edad avanzada y en pacientes afectados por enfermedades neurodegenerativas (alzhéimer, párkinson, huntington, etc.), las cuales generan un exceso de sustancias de desecho metabólico.
Durante mucho tiempo el origen y la función de los CA han sido completamente desconocidos para la comunidad científica. Este nuevo estudio describe nuevas características de los CA y revela el papel decisivo de estas estructuras en la expulsión de sustancias de desecho cerebrales mediante unas vías en las que participan el sistema nervioso, el sistema linfático y el sistema inmunitario.
De los astrocitos a la eliminación por el sistema inmunitario
Según el esquema tradicional, las sustancias de desecho que generan las células como resultado del metabolismo celular son procesadas en el medio celular (gracias al sistema ubiquitina-proteosoma y los mecanismos de autofagia) o bien se expulsan fuera de las células y son vehiculadas hacia el torrente circulatorio.
Las conclusiones del estudio revelan que algunas sustancias de desecho del cerebro también pueden ser eliminadas gracias a la acción de los astrocitos, que son capaces de aglutinar los compuestos de rechazo y empaquetarlos en forma de CA.
Tal como explica Carme Pelegrí, estos CA “serían equivalentes a contenedores de productos de desecho. En una segunda fase, estos cuerpos amiláceos son expulsados hacia el líquido cefalorraquídeo que rodea el encéfalo y la médula espinal”, señala la investigadora.