Los neurocientíficos de la Universidad de Lund en Suecia han desarrollado una nueva tecnología que diseña la cáscara de un virus para aplicar la terapia genética al tipo exacto de célula en el cuerpo que necesita ser tratada.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Los neurocientíficos de la Universidad de Lund en Suecia han desarrollado una nueva tecnología que diseña la cáscara de un virus para aplicar la terapia génica al tipo exacto de célula en el cuerpo que necesita ser tratada. Los investigadores creen que la nueva tecnología puede compararse con la aceleración dramática de la evolución de millones de años a semanas.
Varios de los nuevos tratamientos revolucionarios para tratar enfermedades complejas - como la atrofia muscular espinal y la deficiencia de enzimas - se basan en la terapia génica.
Con la terapia génica, el material genético se controla o altera mediante fármacos biológicos. Ejemplos de ello son las tijeras genéticas CRISPR / Cas9 y las denominadas células CAR-T que se utilizan para tratar diversas formas de cáncer. Este tipo de tratamiento se suele diseñar mediante el cultivo de virus en el laboratorio. Los virus son alterados para que sean inofensivos y puedan aportar nuevo material genético a las células del cuerpo, reemplazando el genoma dañado. El propio genoma del virus, necesario para su propagación, ha sido completamente eliminado.
En los últimos cinco años, el neurocientífico Tomas Björklund y su grupo de investigación han desarrollado un proceso que adapta estas conchas de virus, o cápsulas de virus. Con el objetivo de que puedan llegar precisamente al tipo de células del cuerpo que necesita ser tratado, por ejemplo las células nerviosas. El proceso combina potentes simulaciones y modelos informáticos con la última tecnología genética y de secuenciación.