El tratamiento de la enfermedad coronaria en ocasiones requiere de manera esencial intervenciones coronarias percutáneas y cualquier sangrado por pequeño que parezca se asocia con un riesgo aumentado de eventos isquémicos
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial y la enfermedad coronaria es responsable de la mayoría de estas muertes. El tratamiento de la enfermedad coronaria en ocasiones requiere de manera esencial intervenciones coronarias percutáneas y cualquier sangrado por pequeño que parezca se asocia con un riesgo aumentado de eventos isquémicos (infarto de miocardio, trombosis de stent y muerte). Por esta razón el sangrado debe contemplarse en todas las etapas de la intervención. La técnica del procedimiento y el uso de ciertas estrategias farmacológicas reducen la tasa de sangrado asociado a la intervención coronaria percutánea y de esta manera mejora los resultados a largo plazo.
Transfusión en paciente POST-PCI
La literatura médica no está aún establecido este proceso, sin embargo, un estudio con más de 200,000 pacientes con infarto de miocardio demostró que transfundir lo menos posible parece ser la mejor opción
Conclusiones
El galeno concluyó en que se deben concentrar esfuerzos en minimizar el riesgo dosificando los anticoagulantes y/o antiplaquetarios intravenosos en base al peso y la función renal del paciente y haciendo la mejor elección pragmática del sitio de acceso para la intervención coronaria.