Dr. Luis Flores Torres, ginecólogo obstetra y codirector del Departamento de Cirugía y el Comité de Cirugía Robótica del Hospital Bella Vista de Mayagüez. Suministrada.
Agencia Latina de Medicina y Salud Pública
La cirugía robótica no tan solo ha beneficiado el campo de la urología en Puerto Rico, sino que también ha logrado fortalecer las técnicas quirúrgicas de la práctica de la ginecología frente a enfermedades tan desafiantes como la endometriosis y al cáncer uterino. De eso ha sido testigo el doctor Luis Flores Torres, ginecólogo obstetra y codirector del Departamento de Cirugía y el Comité de Cirugía Robótica del Hospital Bella Vista de Mayagüez, quien figura como el único especialista en ginecología del área oeste en practicar la cirugía robótica. El procedimiento ha logrado mejorar la calidad de las intervenciones en pacientes con condiciones tan difíciles como la endometriosis, al tratarse de una cirugía -a diferencia de la cirugía abierta y la laparoscopía- de mínimos riesgos e invasión quirúrgica. Asimismo, tiene la capacidad de eliminar con mayor precisión tejido maligno y benigno del área pélvica. Precisamente Flores indicó a este medio que la endometriosis es una de las afecciones más difíciles en su práctica, pues la afección cambia drásticamente la anatomía pélvica. Se estima que en Puerto Rico existen unas 50 mil mujeres diagnosticadas con endometriosis y que no obstante, el diagnóstico podría tardar un promedio de ocho años, según estudios de la bióloga molecular, doctora Idhaliz Flores, de la Ponce Health Science University. El galeno obtuvo entrenamientos adicionales a su especialidad en técnicas de cirugía avanzada ginecológicas (incluyendo la oncológica), incluyendo la cirugía robótica, en los Estados Unidos. “Las pacientes con endometriosis son de las más difíciles porque causa mucha deformación de la anatomía pélvica. Hacer la cirugía es más cuesta arriba realizarla con laparoscopía tradicional en muchos casos. La cirugía robótica ha sido muy beneficiosa para la remoción de endometriosis debido a que la anatomía es tan irregular que la visión tridimensional que ofrece la técnica al cirujano disminuye la incidencia de algún tipo de complicación especialmente a los uréteres, por donde atraviesa la orina”, explicó el Doctor. “Por mi experiencia sé que aquellas pacientes obesas, con múltiples cirugías como las cesáreas, las que han tenido masas pélvicas malignas, con cáncer de endometrio o múltiples fibromas se benefician directamente porque la intervención minimiza las complicaciones a corto y largo plazo y tienen una recuperación más rápida”, abundó. Otra comunidad de pacientes que se ha beneficiado de este tipo de cirugía es aquellas mujeres con cáncer uterino, uno de los cobra mortalidad en las féminas del País. Las pacientes con múltiples fibromas uterinos son otro grupo que ha podido beneficiarse de esta intervención pues mediante la cirugía, el especialista se asegura que parte de estos tejidos no emigren a otras partes del cuerpo como el abdomen y puedan provocar una metástasis. Además, el que la paciente se obesa no es un factor limitante para que se beneficie de la intervención y a su vez, disminuye ampliamente el riesgo de infección por heridas, concluyó.