El tratamiento oportuno para la hepatitis C disminuye el riesgo de complicaciones como cirrosis, cáncer y la necesidad de un trasplante hepático.
Por: María Camila Sánchez
La hepatitis C sigue siendo un problema de salud pública porque, a pesar de que se han evidenciado importantes avances en el tratamiento de esta enfermedad, gran parte de la población con esta enfermedad no sabe que la padece.
La Dra. Bárbara Rosado, gastroenteróloga y hepatóloga, mencionó en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública que, si bien es cierto la hepatitis C ya tiene una cura, aún hay bastante camino por recorrer.
"Se estima que el 40% de la población infectada desconoce que tiene la enfermedad, por lo tanto hay espacio para poder ser más proactivos, identificar el paciente con la condición y poder referirlo y ofrecerle tratamiento".
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En Puerto Rico, se estima que el 6% de la población del área metropolitana está infectada, y gran parte de estos pacientes, tienen historial previo de usos inyectables, han estado en cárceles o han recibido transfusiones antes de 1992.
"De los que se han identificado, hemos logrado curar un gran porcentaje pero todavía necesitamos aumentar nuestros esfuerzos para poder diagnosticar a aquellos que no han logrado ser identificados".
Pruebas de cernimiento desde los 18 años
Como parte de las estrategias implementadas desde las organizaciones profesionales, entre las que se incluye la Asociación Americana para Estudios de Enfermedades Hepáticas, la Sociedad de Infectología, los CDC, se ha llegado a un acuerdo para que la prueba de cernimiento pueda realizarse desde los 18 años si el paciente tiene factores de riesgo asociados.
En años pasados, tan solo se contaba con la prueba de anticuerpos a las poblaciones con alto riesgo de exposición, o factores de comportamiento, categorizados también como de alto riesgo. Sin embargo, según la especialista, esto no era suficiente, de modo que se han ejecutado estrategias como la prueba de la Hepatitis C, un panel de lípidos, entre otros.
"Lo que pretende esto es identificar ese universo de pacientes que no ha sido identificados porque muchas veces la infección con el virus es asintomática, así que al no tener ningún síntoma, o tener síntomas no específicos no acuden a buscar ayuda, a hacerse la prueba, es como algo silente".
No obstante, con la prueba de cernimiento y la prueba de anticuerpos, se podría llegar a identificar a pacientes que, probablemente, no presentan síntomas o no tienen conocimiento de la enfermedad.
Importantes avances en la cura contra la Hepatitis C
Afortunadamente, la Hepatitis C es una de las enfermedades que más avances ha tenido en términos de tratamiento y cura.
"Nos hemos movido a una terapia libre de interferón, es una terapia oral no inyectabe que puede ir desde una tableta diaria por 12 semanas, a 3 tabletas diarias por 8 semanas, con moléculas pangenotípicas que cubren todos los genotipos con un perfil de seguridad bien amplio y una duración corta de tratamiento, alcanzando un 98% de cura en la gran mayoría de los pacientes tratados".
No obstante, ante la evolución que se ha evidenciado en este campo, aún hay barreras para el acceso al tratamiento para algunas poblaciones.
"Hablamos del estigma que sienten muchos de estos pacientes, lo que los inhabilita de poder buscar ayuda médica. Hablamos, también, de personas que están activamente usando sustancias y donde todavía pudiera haber algo de resistencia en que esa población sea tratada".
Lo cierto es que las guías han sido muy claras respecto a la necesidad de abolir estas barreras, por lo que se han creado centros que ofrecen tratamiento a personas que usan sustancias ilícitas, drogas intravenosas o alcohol. De modo que esta población pueda tratarse y, poco a poco, disminuir el porcentaje de pacientes contagiados.
Importancia de detectar la Hepatitis C a tiempo
Según específica la especialista a la Revista MSP, el 80% de los pacientes infectados va a desarrollar cronicidad, algo que no sucede con la infección por el virus de la Hepatitis B.
"Va a haber cronicidad en el 80% de los casos y, de estos, del 30 al 35% va a desarrollar cirrosis. Eventualmente, estos pacientes con cirrosis están a mayor riesgo de descompensación hepática, fallo hepático y necesidad de trasplante, al igual que van a estar a mayor riesgo de carcinoma hepatocelular".
El tratamiento es una manera efectiva de reducir todos estos riesgos, evitando la progresión de complicaciones, como la enfermedad hepática avanzada, carcinoma hepatocelular y la necesidad de trasplante.
"Lo hemos visto. La Hepatitis C ha bajado en nuestra lista de trasplantes porque la terapia es magnífica, así que hay estudios formulados y robustos que demuestran que la mortalidad del paciente curado es menor, al paciente nunca tratado".