La tasa de incidencia de la enfermedad aumentó alrededor del 2% por año en adultos menores de 55 años en Puerto Rico.
Por: Veroushka Ballester, MD, MS, FAGA
El cáncer colorrectal es el segundo cáncer que se diagnostica con más frecuencia tanto en hombres como en mujeres en Puerto Rico. Es importante destacar que aunque el cáncer colorrectal se diagnostica con mayor frecuencia en adultos mayores, la tasa de incidencia para el cáncer colorrectal disminuyó alrededor del 3.6% por año en adultos de 55 años o más. Mientras tanto, la tasa de incidencia aumentó alrededor del 2% por año en adultos menores de 55 años. Alrededor de 10% de todos los diagnósticos de cáncer colorrectal son en personas menores de 50 años. Es importante destacar que esta cifra incluye a individuos de riesgo promedio (individuos sin historial familiar de cáncer colorrectal) y no solo a individuos con historial familiar o predisposición genética para desarrollar cáncer colorrectal. Por tal razón en el 2017 el American Cancer Society (ACS) recomendó que la edad para comenzar cernimiento para individuos de riesgo promedio (individuos sin historial familiar y sin predisposición genética) debe ser a los 45 años. Está recomendación de comenzar el cernimiento a los 45 años también es apoyada por sociedades como el American Gastroenterological Association (AGA) y el American College Gastroenterology (ACG). Para individuos con historial familiar de cáncer colorrectal en familiares de primer grado (padres, hermanos, o hijos) se recomienda comenzar el cernimiento a los 40 años ó 10 años antes del diagnóstico del familiar. Es importante destacar la importancia de identificar aquellos pacientes con sospecha de tener predisposición genética a desarrollar cáncer colorrectal para poder referirlos a evaluación genética.
No se conoce completamente la causa de este aumento en los adultos más jóvenes y es un área activa de investigación. Sin embargo, posibles causas de cáncer colorrectal de inicio temprano se encuentran varios factores relacionados entre sí incluyendo la alimentación, la flora microbiana intestinal (las bacterias en el intestino) y la inflamación. Cada vez hay más indicios que relacionan una alimentación poco saludable (ingesta de carnes procesadas y grasas, e ingesta de pocos antioxidantes como frutas y vegetales) con el cáncer colorrectal de inicio temprano. En cuanto a la flora microbiana intestinal, hay ciertos tipos de bacterias que se asocian con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Factores que afectan el riesgo a desarrollar cáncer colorrectal, también pueden afectar la flora microbiana intestinal. En varios estudios se demostró que la alimentación, la obesidad, el ejercicio y algunos medicamentos (como los antibióticos) pueden alterar los tipos de bacterias en el intestino. Cambios en la flora intestinal microbiana también podrían modificar los efectos de factores ambientales en el riesgo a desarrollar cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal de inicio temprano tiene diferencias clínicas, patológicas, y moleculares comparadas con el cáncer colorrectal de inicio tardío, lo que sugiere que es un proceso de enfermedad diferente. Se caracteriza por una predilección por el colon izquierdo y recto. Tres de cada diez cánceres de recto son diagnosticados en individuos menores de 55 años. Los pacientes usualmente presentan una enfermedad avanzada y la histología tiende a ser no favorable. Sangrado rectal es el síntoma más común reportado en casos de cáncer colorrectal de inicio temprano. Otros síntomas reportados incluyen cambios en los patrones de evacuación, pérdida de peso, dolor abdominal y anemia.
Definir las causas y los factores de riesgo del cáncer colorrectal de inicio temprano es fundamental para poder dirigir los enfoques para la prevención, los exámenes de detección y el tratamiento. Actualmente esto es un área activa de investigación. Es importante individualizar cada caso. La personalización de los enfoques de detección del cáncer colorrectal según los factores de riesgo (llamados exámenes de detección de precisión) es importante para poder mejorar la eficacia de nuestras intervenciones.