El porcentaje de niños con obesidad infantil ha aumentado casi un 40% en los últimos años.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), aproximadamente 14 millones de personas, entre niños y adolescentes, de los Estados Unidos tienen obesidad. De hecho, esta condición está constituida como una importante problemática de salud pública en todo el mundo.
Los estudios de población, también, han demostrado que los niños mayores de 10 años con un IMC mayor del promedio, tienen mayor riesgo de padecer la condición en la edad adulta.
En una conversación exclusiva que sostuvo la endocrinóloga pediátrica, Dra. Sheila Pérez con la Revista de Medicina y Salud Pública, la experta sostuvo que la obesidad es una epidemia que se está agravando cada vez más con el paso de los años, y ha encendido las alertas de los especialistas.
“El número de casos de obesidad infantil es alarmante, y es algo que nosotros, los endocrinólogos pediátricos, y los profesionales de la salud queremos retomar para tratar de manejarlo a tiempo, y no tener que esperar unos años a que lleguen las complicaciones”, expresó.
Alimentos y la obesidad infantil
Según explica la experta, uno de los factores que más influyen para desarrollar esta enfermedad, es el alto consumo de alimentos procesados y comidas rápidas, pues tienden a disminuir y reemplazar algunos alimentos saludables como los vegetales.
Sin embargo, esta problemática no sólo está ligada a las preferencias de los pacientes, sino que también suele estar relacionada a las condiciones sociales de los individuos donde, según estudios, las comunidades de bajos recursos tienen menos acceso a comidas saludables y a espacios que permitan la recreación de los menores.
Padres y obesidad
El padecer de obesidad infantil va mucho más allá de la alimentación y de realizar deporte, esta enfermedad también tiene una incidencia genética donde “si los padres son obesos, el niño tiene un alto porcentaje de riesgo de tener obesidad. Si uno de los padres tiene obesidad, el paciente tiene un 50 % de riesgo de padecer esta condición en la edad adulta. Cuando ambos padres son obesos, el porcentaje aumenta al 75 %”, aclaró la especialista.
Guías para el manejo de la obesidad infantil
Tras 15 años de haber publicado las últimas guías del manejo de la obesidad infantil, en el mes de enero la Academia Americana de Pediatría (AAP), publicó las nuevas guías en las que, por medio del IMC, se logra evidenciar en qué percentil está el paciente.
Según explica la Dra. Pérez, estas guías permiten orientar a los médicos con datos exactos de “cuán frecuente debemos ver a estos pacientes, intervenir en aquellos a quienes la actividad física, el ejercicio y las consultas al nutricionista no les resultó y no significó una mejoría en su condición. A estos, entonces, podemos ofrecer medicamentos orales o inyectables”.
Cirugía bariátrica a pacientes pediátricos, ¿Quiénes pueden optar por esta opción?
La cirugía bariátrica se recomienda, con frecuencia, en los casos en los que la cirugía representa un menor riesgo para el paciente, que las condiciones médicas que padece debido al exceso de peso.
“Según las guías de la AAP, pudiésemos referir para evaluación de cirugía bariátrica a todo paciente que sea candidato, es decir, que sea mayor de 13 años y tenga un IMC de 35 o superior, comorbilidades o aquél paciente con un IMC igual o superior a 40”, refirió.
Antes de optar por el procedimiento, el paciente debe someterse a una serie de estudios y evaluaciones en las que se incluya la práctica de ejercicio físico, nuevos hábitos alimenticios, acompañamiento psicológico tanto para él, como para su familia.
“Lo que hay que entender es que no solamente porque el paciente tenga 13 años y tenga obesidad, lo vamos a referir directamente a hacer una cirugía bariátrica”.
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