Cansancio o fatiga crónica estarían asociados a trastorno hipofisario

La glándula hipófisis es responsable de integrar y regular las funciones de otras glándulas como la tiroides, las glándulas suprarrenales y las gónadas.

Por: Yolimarian Torres


Entre los síntomas que pueden presentarse cuando una persona tiene problemas en su glándula hipófisis se destacan:  Fatiga o cansancio crónico, debilidad muscular, cambios en la composición de la grasa corporal, falta de ambición, aislamiento social, irregularidad o ausencia de períodos menstruales, incapacidad para producir leche para la lactancia materna, disfunción eréctil, disminución del vello facial o corporal, cambios de humor, aumento de peso, entre otros. 









El especialista mexicano Dr. Raúl Ibarra Salce, endocrinólogo del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI de Ciudad de México, conversó de manera exclusiva con Medicina y Salud Pública sobre la Glándula Hipófisis y su función en nuestro organismo. 

Advirtió que parte de las consecuencias en el desbalance de esta glándula comprometen la cotidianidad del paciente, ya que la mayoría de los pacientes tiene afectaciones como cansancio crónico, fatiga crónica y también traumas mentales o emocionales debido  a que la glándula es la articuladora de las emociones. 

Señaló que los signos y síntomas generalmente se desarrollan de manera gradual y empeoran con el tiempo. A veces son sutiles y pueden pasarse por alto durante meses o incluso años.

Aseguro estos varían de persona a persona y según qué hormonas pituitarias estén afectadas y en qué grado, aunque por lo general son deficiencias en las siguientes hormonas: hormona del crecimiento, hormona luteinizante y de la hormona foliculoestimulante, la hormona estimulante de la tiroides (TSH), hormona adrenocorticotrófica, hormona antidiurética y deficiencia de prolactina. 

Continuó, no sin antes aclarar que la hipófisis es una glándula de secreción que se encuentra situada en la base del cráneo y esta se encarga de regular e integrar las funciones de otras glándulas como la tiroides, las glándulas suprarrenales y las gónadas y esta glándula mide menos de un centímetro.

Funciones afectadas por cambios o daños en la hipófisis

En este sentido, el galeno explicó  que las enfermedades de la hipófisis se dividen por el aumento y disminución de la secreción de las hormonas de la glándula.

En el caso de la disminución se ve afectada podría generar hipotiroidismo de origen central, deficiencia de hormona de crecimiento, insuficiencia suprarrenal o alteraciones en las gónadas que afectan en el caso de las mujeres los ovarios y los hombres en los testículos, lo que ocasiona disfunción sexual en el hombre, y en las mujeres amenorrea o infertilidad. 

Cuando la glándula segrega hormonas en aumento, depende del tipo de hormona, en el caso de que segrega exceso de la hormona de crecimiento, algo que se llama acromegalia o acrogigantismo, hipotiroidismo central, o síndrome de cushing, o aumento de la hormona prolactina. 

La razón por la que se descoordina la hipófisis, es porque la genética tiene una influencia ya sea heredada o desencadenadas por el ambiente en el que nos envolvemos. 

Sin embargo, hay otras condiciones que afectan la glándula como enfermedades autoinmunes, enfermedades linfoproliferativas o tener un traumatismo craneoencefálico. 

Afectaciones a la glándula hipófisis

En este sentido, el especialista señaló que los tumores son los principales responsables de situaciones que afectan a la glándula hipófisis y añadió que los tumores se pueden retirar con cirugía, aunque hay otros tratamientos menos invasivos. 

“Al crecer el tamaño de la glándula se podría afectar la silla turca donde descansa la hipófisis, lo que aumenta de tamaño afectando su funcionamiento; Cuando tenemos el tumor y esto genera deficiencia de secreción en la glándula”, dijo.

También se refirió a los casos donde en situaciones postparto la mujer  presenta sangrados excesivos, “estos podrían causar una disminución de la circulación sanguínea a la glándula ocasionando lo que llamamos síndrome de sheehan. La inmunomodulación del embarazo puede generar hipófisis, que es la inflamación de la glándula luego del embarazo”. 

Vea la entrevista completa:


De acuerdo al Instituto nacional Cáncer de los Estados Unidos, los tumores de hipófisis se dividen en los tres grupos siguientes:

Adenomas hipofisarios benignos: son tumores que no son cancerosos. Estos crecen muy lentamente y no se diseminan desde la hipófisis hasta otras partes del cuerpo.

Adenomas hipofisarios invasivos: tumores benignos que se pueden diseminar hasta los huesos del cráneo o la cavidad de los senos paranasales debajo de la hipófisis.

Carcinomas hipofisarios: tumores que son malignos (cáncer). Estos tumores de hipófisis se diseminan hasta otras áreas del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) o fuera del sistema nervioso central. Muy pocos tumores de hipófisis son malignos.

Para diagnosticar un tumor de hipófisis se utilizan las siguientes pruebas y procedimientos:

Examen físico y antecedentes de salud: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.

Examen de la vista: examen para revisar la visión y el estado general de salud de los ojos.

Examen del campo visual: examen para revisar el campo visual de una persona (área total en la que se pueden ver objetos). Con esta prueba se mide la visión central (cuánto puede ver una persona cuando mira directamente al frente) y la visión periférica (cuánto puede ver una persona en otras direcciones cuando mantiene la mirada fija hacia adelante). Se mide la visión de un ojo a la vez. El ojo que no se examina permanece cubierto.

Examen neurológico: serie de preguntas y pruebas para examinar el encéfalo, la médula espinal y el funcionamiento de los nervios. Con el examen se verifica el estado mental de la persona, la coordinación y la capacidad de caminar normalmente, y el funcionamiento adecuado de los músculos, los sentidos y los reflejos. Esto también se llama neuroexamen.

Imágenes por resonancia magnética (IRM) con gadolinio: procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del encéfalo y la médula espinal. Se inyecta en una vena una sustancia que se llama gadolinio. El gadolinio se acumula alrededor de las células cancerosas y las hace aparecer más brillantes en la imagen. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).

Estudios bioquímicos de la sangre: pruebas por las que se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias, como la glucosa (azúcar), que los órganos y los tejidos del cuerpo liberan en la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia suele ser signo de enfermedad.

Pruebas de sangre: pruebas mediante las que se miden las concentraciones de testosterona o estrógeno en la sangre. Una cantidad más alta o más baja que la normal de estas hormonas a veces es un signo de un tumor de hipófisis.

Análisis de orina de 24 horas: prueba para la que se recoge orina durante 24 horas a fin de medir las cantidades de ciertas sustancias. Una cantidad fuera de lo común (más alta o baja que la normal) de una sustancia quizás sea un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la elabora. Una cantidad más alta que la normal de la hormona cortisol quizás sea un signo de un tumor de hipófisis y de síndrome de Cushing.

Prueba de inhibición con dosis alta de dexametasona: prueba mediante la que se administran una o más dosis altas de dexametasona. Se examina la concentración de cortisol en una muestra de sangre o de la orina que se recolecta durante tres días. Esta prueba se realiza para revisar si las glándulas suprarrenales están produciendo demasiado cortisol o si la hipófisis le está indicando a las glándulas suprarrenales que produzcan demasiado cortisol.

Prueba de inhibición con dosis baja de dexametasona: prueba mediante la que se administran una o más dosis pequeñas de dexametasona. Se examina la concentración de cortisol de una muestra de sangre o de orina que se recolecta durante tres días. La prueba se realiza para determinar si la glándula suprarrenal está produciendo demasiado cortisol.

Muestreo venoso para tumores de hipófisis: procedimiento para extraer una muestra de sangre de las venas que salen de la hipófisis. La muestra se analiza para medir la cantidad de ACTH que la glándula libera en la sangre. El muestreo venoso a veces se realiza si los exámenes de sangre muestran que hay un tumor que elabora ACTH, pero el aspecto de la hipófisis es normal en las pruebas con imágenes.

Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo las observe al microscopio y determine si hay signos de cáncer.





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