Las alergias alimentarias en pacientes con dermatitis atópica hacen parte de la "marcha atópica".
Por: María Camila Sánchez
La dermatitis atópica y las alergias alimentarias son afecciones que suelen coexistir ya que ambas son parte de las conocidas "marchas alérgicas", diferentes manifestaciones atópicas relacionadas y sucesivas a lo largo de la vida del individuo.
Así pues, los niños que tienen alergias alimentarias tienen mayor predisposición al desarrollo de otras enfermedades alérgicas, como el asma y rinitis alérgica.
Rol de la nutrición en el tratamiento y control de la Dermatitis Atópica
Algunos alimentos pueden contribuir a los procesos inflamatorios propios de la dermatitis atópica, por ende es necesario que dentro del tratamiento, los pacientes puedan contar con el acompañamiento de un nutricionista que pueda identificar los nutrientes a reemplazar para no disminuir la densidad nutricional en las comidas.
"Nosotras buscamos agregar variedad, nutrientes para que ese plato esté denso nutricionalmente, que no hayan calorías vacías y enseñamos a que pueda seguir celebrando y disfrutando un estilo de vida pero que tenga más contenido nutricional", explicó la Lcda. Juliette Elmusa, nutricionista.
La nutrición balanceada consta de proporcionar los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita. Se trata de identificar los alimentos que favorecen los brotes de la enfermedad, y cambiarlos por alternativas que brinden el mismo aporte nutricional.
Alergias alimentarias y dermatitis atópica
La literatura médica señala que la alergia alimentaria se presenta entre el 30% y el 40% de los pacientes con dermatitis atópica moderada a severa, y en su manifestación cutánea participan mecanismos mediados por la IgE y celulares.
Muchos estudios han demostrado la conexión entre la ingesta, el desarrollo de síntomas y la liberación de mediadores presentes en la dermatitis atópica. Por lo tanto, es este instante en donde el nutricionista juega un rol crucial en la identificación de los alimentos que favorecen los brotes de la enfermedad, para realizar cambios por alternativas que brinden el mismo aporte nutricional.
"Vemos qué alimentos podemos intercambiar podemos descartar uno, y añadir otros para que se sigan cumpliendo los nutrientes que el cuerpo necesita. Nunca buscamos eliminar, buscamos agregar densidad nutricional, aquí entra lo que es la salud integral".
La importancia de los colores de frutas y vegetales
Si bien es cierto que el consumo de frutas y vegetales es indispensable para la salud, la tonalidad de estos alimentos también juega un papel crucial a la hora de seleccionarlos, pues en varias ocasiones, de esto, depende el aporte nutricional.
"Los colores tienen su función; tienen antioxidantes, vitaminas, minerales que permiten que eso se vea de ese color", explicó la nutricionista.
Vegetales verdes
Apio, lechuga, kiwis, uvas verdes, limones, alcachofas, brócoli o judías
Su color se debe a la presencia de clorofila, y proporcionan un bajo aporte calórico y poseen un valor nutricional destacado gracias a su riqueza en vitaminas y minerales, como el magnesio.
Estas verduras son una fuente valiosa de fibra, fundamental para el bienestar general. Además de sus beneficios nutricionales, estas verduras son excelentes depurativas debido a sus elevados niveles de clorofila, contribuyendo así a mantener una salud óptima.
Vegetales rojos
Tomates, guayabas, pimientos, fresas o cerezas
Los vegetales de tonalidad roja son una fuente rica de antocianinas y licopeno, compuestos antioxidantes que desempeñan un papel crucial en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, problemas de memoria e incluso cáncer.
Estos alimentos también proporcionan minerales esenciales, como potasio y selenio, que fortalecen el sistema inmunológico y mejoran la memoria, además de aportar vitaminas clave como la A, B9 y C.
Vegetales morados
Berenjena, remolacha, col morada
Su distintivo color revela la presencia de antioxidantes y fitoquímicos. Estos alimentos son especialmente ricos en antocianina y compuestos fenólicos, los cuales desempeñan un papel vital en la prevención del cáncer, el mantenimiento de una memoria activa y el retraso del proceso de envejecimiento.
Vegetales naranja
Zanahoria, calabaza, pimientos naranjas
Las verduras de tonalidad naranja son una excelente fuente de vitamina A y vitamina B, contribuyendo así a mejorar la función del sistema inmunológico. Además, contienen un conjunto de sustancias beneficiosas que fortalecen la vista, refuerzan las defensas del cuerpo y combaten alergias y enfermedades infecciosas.
Vegetales amarillos
Pimiento amarillo, el maíz y algunas variedades de tomates
En línea con sus contrapartes anaranjadas, los vegetales de tonalidad amarilla destacan por su abundancia en vitamina A, vitamina B, potasio y ácido fólico. Estos vegetales no solo actúan como eficaces antioxidantes, impulsando la producción de glóbulos blancos, sino que también contribuyen al fortalecimiento de los vasos sanguíneos y a la defensa contra infecciones.