La dermatitis atópica (DA) es la enfermedad inflamatoria cutánea más común en la infancia que afecta a casi el 20% de los niños. Los pacientes con DA con sensibilización a alérgenos múltiples a alimentos y aeroalérgenos.
Dra. Karen Martínez
La dermatitis atópica (DA) es la enfermedad inflamatoria cutánea más común en la infancia que afecta a casi el 20% de los niños. Los pacientes con DA con sensibilización a alérgenos múltiples a alimentos y aeroalérgenos, a menudo se someten a la llamada marcha atópica, que progresa clásicamente de DA a alergia alimentaria (AA) y alergia respiratoria.
La alergia alimentaria (AA) solo afecta a un tercio de los niños con DA, y los alérgenos predominantes son el maní, el huevo y la leche. Estudios recientes han demostrado que tanto la alergia al maní como la DA están fuertemente asociadas con mutaciones del gen de la filagrina (FLG). Aunque solo una minoría de pacientes con DA y AA tienen mutaciones en el gen FLG, esta fuerte asociación sugiere que la disfunción de la barrera cutánea contribuye al desarrollo de ambas enfermedades.
Es por esto que, Leung y col. realizaron una repetida extracción de muestras con cinta adhesiva en la piel lesionada y sin lesiones de 62 pacientes entre 4 y 17 años divididos en 3 grupos, aquellos con dermatitis atópica pediátrica y alergia alimentaria, un segundo grupo únicamente con dermatitis atópica y un tercer grupo de 22 controles sin ningún antecedente. Entre otros parámetros, midieron los lípidos, las proteínas, la integridad de la barrera y el microbioma cutáneo.
La Filagrina (FLG) de la piel y el contenido de lípidos
La filagrina juega un papel crítico en la diferenciación de queratinocitos, incluido el transporte de lípidos al espacio extracelular alrededor de los queratinocitos. Se han reportado anormalidades lipídicas y en las vías de acidificación en pacientes con mutaciones en el gen FLG, lo que conlleva un mayor riesgo de pérdida de agua a través de la piel y de penetración de alérgenos. Además, la pérdida de acidificación en la epidermis provoca la activación de proteasas como la calicreína, que daña la barrera cutánea.
Estudios anteriores han demostrado una estrecha correlación entre los productos de descomposición de la filagrina (ácido urocánico –UCA- y ácido piroglutámico –PCA-) y la abundancia de filagrina en la piel; teoría que es apoyada por el estudio de Leung y col. que encontró una disminución en los lípidos de cadena larga en pacientes con Dermatitis atópica y Alergia alimentaria (DA AA +) en comparación con los grupos de pacientes con Dermatitis atópica, sin alergia alimentaria (DA AA -) y aquellos sin antecedentes (S).
La concentración de productos de degradación de la filagrina y la presencia de ceramidas en las capas más superficiales de piel no lesionada de pacientes DA AA + fueron las más bajas entre los tres grupos de estudio, lo que sugiere que toda la superficie de la piel de pacientes DA AA + está en riesgo de penetración de alérgenos. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en las cantidades de UCA y PCA entre los grupos DA AA + y DA AA - en la piel lesionada.
Microbioma en la piel
Recientes estudios de cohortes de nacimiento revelaron que el microbioma de la piel cambia antes de la aparición de la dermatitis atópica con un aumento en la abundancia de S. aureus, lo que se relaciona con un aumento en la pérdida de agua. En el estudio actual, la comparación de las especies de Staphylococcus en la piel sin lesiones reveló que los pacientes DA AA + habían aumentado la abundancia relativa de Staphylococcus aureus en comparación con el grupo de pacientes sanos pero, tenían una abundancia relativa similar a los pacientes DA AA -. Por otro lado, no se encontraron diferencias al comparar la piel lesionada en pacientes DA AA + y DA AA -.
Expresión de queratina epidérmica anormal en piel de pacientes DA AA +
La epidermis es un epitelio escamoso estratificado altamente organizado que se caracteriza por la proliferación en su capa basal y la diferenciación terminal en el estrato córneo. La queratina 5 (KRT5) y 14 (KRT14) se expresan predominantemente por queratinocitos basales, y la queratina 16 (KRT16) es un marcador de queratinocitos hiperproliferantes en la piel.
Aunque las muestras de piel con cinta adhesiva nos hablan únicamente del estrato córneo y las capas granulares superiores de la piel, los resultados mostraron mayores cantidades de KRT5 y KRT14 en la piel de pacientes con DA AA + en comparación con los otros dos grupos. Esto es inusual porque KRT5 y KRT14 se expresan predominantemente por queratinocitos proliferantes indiferenciados presentes en la base.
Al mismo tiempo, estos pacientes mostraron un aumento concomitante en la presencia de KRT16 en comparación con los otros dos grupos, lo que sugiere que la capa superficial de la piel en pacientes con DA AA + se caracteriza por queratinocitos que hiperproliferan, lo que perjudica su capacidad de diferenciarse terminalmente y explica la baja concentración de filagrina, las anormalidades lipídicas, el aumento en la pérdida de agua y las anormalidades del microbioma cutáneo.
Respuesta inmune
Recientemente, se ha demostrado que el prurito es impulsado por las citocinas inmunes tipo 2, incluidas IL-4, IL-13, IL-31 e IL-33. IL-4 e IL-13 pueden activar directamente las neuronas sensoriales en la piel, y la picazón crónica depende del receptor neuronal de IL-4 (IL-4R) y la señalización de Janus quinasa 1 (JAK-1). Leung y col. encontraron en su estudio que los pacientes con DA AA+ exhibieron una alta cantidad de células dendríticas y activación inmunitaria (incluido el tipo 2) en su piel no lesionada; sin mostrar grandes diferencias al comparar la piel lesionada de todos los participantes con Dermatitis atópica, lo que les permitió concluir finalmente que los niños con Dermatitis atópica y Alergia alimentaria (DA AA+) exhiben una constelación única de proteínas, lípidos, microorganismos y reacciones inmunitarias en su piel no lesionada, que los distinguen de los niños que tienen únicamente diagnóstico de DA, y de aquellos sin antecedentes.