Se estima que solo cuatro personas en el mundo han sido diagnosticadas con esta extraña enfermedad.
Por: Isbelia Farías
A la epidermodisplasia verruciforme se le conoce como "la enfermedad del hombre árbol''. La causa se debe a un defecto en el sistema inmunológico, el cual incrementa la susceptibilidad al virus del papiloma humano (VPH).
La especialista Samanta Lal Sen, quien siguió el caso de Abul Bajandar, un hombre en Bangladesh que padece esta enfermedad, comentó que se trata de una enfermedad genética en la piel y que es extremadamente rara, pero no es contagiosa y aunque se relaciona con el cáncer de piel, no se cuenta con mucha información actualmente.
Hasta el presente, se tienen documentados tres casos más en el mundo. Uno en Rumanía y dos en Indonesia.
La pesadilla de Abul: el hombre árbol
Abul Bajandar relata que a la edad de quince años las verrugas comenzaron a aparecer en su pierna, pero él pensó al inicio que se trataba de pequeñas e inofensivas verrugas. Sin embargo, con el paso de los años, estas crecieron rápidamente y cubrieron sus extremidades.
Las manos de Abul se llenaron de verrugas, hasta el punto de asemejarse a las ramas de un árbol.
Sus manos y pies alcanzaron un peso de cinco kilos, imposibles de mover. Él vive en Bangladesh, su pareja y su madre lo cuidaban, ya que no podía valerse por sí mismo. Necesitaba ayuda para su aseo personal, para alimentarse y otras tareas. Su trabajo como conductor de bicitaxi también lo tuvo que abandonar.
No obstante, la última noticia que se tuvo de este hombre es que luego de tratamientos y más de diez cirugías, él se encontraba con vida y agradecido de poder ejecutar tareas que son normales para el resto de las personas.
Las lesiones
En esta enfermedad se producen lesiones parecidas a placas escamosas marrones rojizas, de ahí su asociación con el tronco de un árbol, y que se forman más a menudo en la piel de las manos, las piernas, los pies, el tronco y la cara.
La epidermodisplasia verruciforme por lo general aparece a una edad temprana y empeora con el tiempo, como sucede actualmente con Abul, quien ha expresado que preferiría optar por la amputación de sus manos para no soportar el dolor y la incomodidad que sufre día a día.
Las personas con este trastorno tienen un riesgo alto de presentar cáncer de piel no melanoma a una edad temprana, en especial, cáncer de células escamosas de piel, por lo que aunque pueden recibir tratamientos, no existe un cura y usualmente los riesgos aumentan con el paso del tiempo.
Fuentes: BBC, Instituto Nacional del Cáncer, Briefly.