Existen diversos desencadenantes como ciertos virus, la genética y factores ambientales que pueden exacerbar la condición conocida como "triada atópica".
Por: Mariana Mestizo Hernández
La dermatitis atópica se presenta como una condición crónica de la piel. Aunque no cuenta con una cura definitiva, con un manejo apropiado, los pacientes pueden experimentar una mejora en su calidad de vida.
Dentro del marco del evento 'Dermatitis atópica y sus efectos más allá de la piel' la Dra. Eneida De La Torre, dermatóloga manifestó que, "se puede ver hasta en un 20% en niños y de un 4 al 10% en adultos. La mayoría de los niños son tratados y diagnosticados por sus médicos primarios, usualmente con sus pediatras, pero es importante que cuando esta condición no está controlada, debe referirse a un profesional de la piel que es un dermatólogo".
Ahora bien, la especialista indicó que la dermatitis atópica suele manifestarse durante la infancia, generalmente entre los tres y seis meses de edad, con diagnósticos frecuentes antes del quinto año. Se estima que hasta un 30% de los pacientes experimentarán esta condición hasta la adultez, siendo la presentación más común en las manos.
"Luego de la pandemia vimos mucha exacerbación de la condición por el uso de alcohol y todo lo que estábamos utilizando para cuidarnos".
"Un paciente con dermatitis atópica usualmente entre en un 50 a 80% van a tener historial de asma, quiere decir que son bebés que les va a dar bronquiolitis, van a tener el riesgo de desarrollar asma e historial de rinitis alérgica y es importante mencionar que hasta un 30% de los pacientes van a presentar alergias a comidas", aseveró la Dra. De La Torre.
Desencadenantes multifactoriales
La dermatóloga señaló que la causa exacta de la dermatitis atópica aún no se conoce con certeza, pero destacó la influencia de ciertos factores que podrían desencadenar la enfermedad. Entre estos factores se encuentra la genética, ya que la condición afecta el adecuado funcionamiento de la barrera cutánea y provoca deficiencias en componentes dermatológicos en los pacientes, lo que predispone a la sequedad cutánea y a un sistema inmunológico reactivo.
Adicionalmente, resaltó que el entorno desempeña un papel relevante, ya que factores como hongos ambientales, condiciones climáticas, calidad del agua, elección de prendas de vestir y aplicación de perfumes pueden ser desencadenantes de la enfermedad.
Manejo del rascado para evitar complicaciones
"Cuando el paciente se rasca mucho es cuando salen las llagas, las costras, esta piel se puede infectar, es una piel que está predispuesta a desarrollar infecciones como las causadas por estafilococos, impétigo, eczema herpético, una infección diseminada de herpes, ya que estos pacientes también están expuestos a infecciones virales como verrugas, por ello, hay que siempre manejar el rascado", concluyó.