Las vacunas intranasales podrían producir anticuerpos y atraer otros componentes del sistema inmunitario a la nariz y las vías respiratorias altas formando una primera línea de defensa contra la infección.
Por: Redacción MSP
Si ocurre la infección por el COVID-19 se puede tener una respuesta local en la nariz más rápida que la sistémica, por lo tanto, hace que la probabilidad de replicarse del COVID-19 disminuya.
Por otra parte, Debora Fuller afirmó: “La inmunidad de la mucosa contra enfermedades respiratorias es una mina de oro para las vacunas relativamente inexploradas”.
Una investigación realizada por Fuller y sus colaboradores arrojaron que las respuestas inmunitarias en la mucosa pueden limitar mejor la replicación viral y las respuestas inmunitarias localizadas en la sangre.
“Las vacunas intranasales podrían tener ventajas para reducir intercurrentes. Recientemente hemos observado este tipo de infecciones por el COVID-19 en personas vacunadas”, señaló Fuller.
El experto indicó que hay ciertas dudas sobre si las personas con infecciones intercurrentes, incluso aquellas que no presentan síntomas podrían transmitir aún el virus a personas no vacunadas. En cuanto al tiempo, seis de las formulaciones intranasales están en estudios de fase 1 y están siendo desarrolladas por la Universidad de Oxford.
Los anticuerpos atraen mucha atención, pero otros componentes del sistema inmunitario juegan papeles importantes en la respuesta a las infecciones víricas como las causadas por el COVID-19. Después que los niveles de anticuerpo comienzan a desaparecer, las células de memoria como son las T permanecen en circulación o en las superficies mucosas donde pueden recoger patógenos y reactivarse para combatir infecciones futuras.
Tanto las células B y T de memoria en el pulmón y las vías nasales actúan como primeras respondedoras no redundantes para atacar la infección, según los expertos.
Seis de las vacunas intranasales que están en estudio son vacunas de virus vivos atenuados de virus; la séptima es una vacuna de subunidad de proteína y este tipo de vacunas de virus vivos atenuados ofrecen muchas ventajas.
También los virus vivos atenuados retienen la capacidad de replicación y están contraindicados en lactantes menores de 2 años, personas mayores de 49 años o personas inmunodeprimidas.
“Estas vacunas de virus no son tecnologías de conectarse y usar como las vacunas de ARN mensajero en las que se utiliza el mismo esqueleto y simplemente se extrae la secuencia para la siguiente variante del virus”, dijo Randall, profesor de inmunología clínica y reumatología del Departamento de Medicina de la Universidad de Alabama, en Estados Unidos.
Una advertencia por parte del experto es que las personas que pueden haber tenido exposición previa a la infección por el COVID-19 seguramente tendrán anticuerpos inmunoglobulina A en la nariz que pueden neutralizar una vacuna de SARS-CoV2 vivo atenuado.
Los niveles moderados de inmunoglobulina G circulante no aparecerán en la nariz y no neutralizan una vacunación subsiguiente con el SARS.CoV2 vivo atenuado.