Un reciente reporte italiano retrospectivo de expedientes médicos de 355 pacientes con COVID-19 que fallecieron, identificó historial de fibrilación atrial (FA) en 24.5% de éstos. Individuos severamente enfermos de 60-65 años o mayores frecuentemente desarrollan FA de nuevo origen o recurrente. Esto complica aún más el manejo de los mismos y su pronóstico a corto y largo plazo es peor. En este artículo, hacemos énfasis en la necesidad de comenzar y/o continuar la terapia con anticoagulantes de la manera más segura posible, reconociendo lo limitado de nuestros conocimientos sobre el COVID-19.
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