Supone más del 60% de las alteraciones pigmentarias vulvares en mujeres en edad reproductiva
Por: Belinda Burgos
La melanosis vulvar es una entidad no común que figura en un gran porcentaje entre las alteraciones pigmentarias vulvares de mujeres en edad reproductiva. Aunque su etiología es una desconocida, podría relacionarse con el embarazo, el uso de anticonceptivos orales, el Virus del Papiloma Humano, entre otros.
Se presenta como máculas o parches asintomáticos y múltiples en tamaño y color. Pueden ser asimétricos con bordes mal definidos y entre sus diagnósticos diferenciales de las lesiones melanocíticas incluye el melanoma.
Precisamente por esta razón en la literatura han emergido estudios que buscan evaluar la progresión de las lesiones de esta enfermedad, para tratar de entender hasta qué punto las mismas se pudieran tornar malignas o continuar siendo benignas.
Una investigación de serie de casos (129) de melanosis vulvar, entre el 1 de enero de 1998 y el 30 de junio de 2019 de la Universidad de Florencia, Florencia, evaluó datos sobre características de las pacientes como dermatoscopias de lesiones vulvares.
Cada lesión fue fotografiada clínica y dermatoscópicamente en la evaluación inicial y en las visitas anuales de seguimiento.
Entre los resultados más destacados se obtuvieron que un total de 87 pacientes (67%) con lesiones melanóticas vulvares eran premenopáusicas y 84 pacientes (65%) habían recibido algún tipo de terapia hormonal.
La localización más frecuente de la melanosis vulvar fueron los labios menores (43%), seguida de los labios mayores (26%). En 39 de 129 casos (30%), las lesiones aumentaron de tamaño y cambiaron de color después de la evaluación inicial, pero finalmente se estabilizaron. No se documentó evolución maligna en ningún paciente durante una mediana de seguimiento de 13 años.
Por tal razón, los autores del estudio sugieren que el papel del estado hormonal como factor de riesgo en la patogenia de estas lesiones.
Aproximadamente el 30% de las lesiones aumentaron de tamaño y/o cambiaron de pigmentación y luego se estabilizaron después de unos 18 meses sin evolución maligna dentro del periodo de estudio.
Los colores de las lesiones son más importantes que los parámetros dermatoscópicos clásicos en el diagnóstico, establecen. Las lesiones de la melanosis vulvar son obscuras con tonos negros y/o marrón, mientras que la combinación de colores rojo, azul o gris en la lesión debe ser vista con sospecha y requiere una biopsia para su evaluación.
“Se puede plantear la hipótesis de una asociación entre el estado hormonal y la melanosis vulvar”, concluye el estudio.
Acceda a la investigación aquí.