Durante un año el hombre limpió su recto con la presión de agua más alta.
Por: Luisa Ochoa
Los hábitos inadecuados de limpieza intestinal con un bidé pueden dañar la muscosa rectal, tal y como le ocurrió a un hombre de 59 años quien desarrolló ulceraciones rectales tras usar un inodoro con bidé eléctrico.
El uso de estos dispositivos para la higiene personal se ha incrementado en los últimos años, principalmente en países de Asia, el pacífico y Europa. Su principal función es lograr la limpieza adecuada en las áreas que se ensucian después de defecar, sin embargo, su mal uso puede dañar la mucosa del colon.
El hombre con ulceraciones rectales no tenía antecedentes médicos de importancia, tampoco se quejó de fiebre, dolor abdominal, sangre en las heces, estreñimiento, diarrea o dolor durante la defecación y tuvo evacuaciones blandas todos los días sin esfuerzo.
Sin embargo, el paciente se sometió a una colonoscopia de detección, la cual reveló varias úlceras que estaban rodeadas por mucosa hiperémica (con exceso de sangre) y edematosa (hinchada) del recto cerca del ano.
Los posibles diagnósticos diferenciales endoscópicos incluyeron síndrome de úlcera rectal solitaria, colitis isquémica, malignidad y protocolitis infecciosa como la colitis amebiana. De hecho, la biopsia reveló una ulceración y atipia en regeneración con epitelio hiperplásico, aunque no se hizo un diagnóstico definitivo.
Lavar el recto con la presión de agua del bidé más fuerte puede dañar el ano
La exploración clínica adicional reveló que el paciente usaba un inodoro con bidé eléctrico con control de la temperatura del agua, la presión del chorro de agua y el movimiento de la boquilla.
Después de defecar, el hombre tenía la costumbre de abrir el ano para limpiar el recto con la presión de agua más alta durante 1 año. Por ende, se le aconsejó que dejara de usar el bidé para la limpieza rectal y que limpiara el ano con una presión de agua media.
A los tres meses de implementar estos cambios, el médico que atendió al paciente encontró una mejora significativa en la ulceración rectal en la sigmoidoscopia de seguimiento y a los 2 años de seguimiento, no se encontraron lesiones anormales en el examen.
Etapa de curación de la ulceración rectal en la sigmoidoscopia de seguimiento a los 3 meses (flechas).
Pocos estudios han analizado las consecuencias del mal uso de los bidés en el ano
Cabe aclarar que a pesar del uso generalizado de bidés, existen pocos estudios que hayan investigado el efecto del uso de bidés en la enfermedad anorrectal.
De hecho, solo se había conocido un caso de síndrome de prolapso de la mucosa rectal debido al uso excesivo de bidé. Otros estudios realizados a través de encuestas identificaron que hubo una mayor incidencia de hemorroides y prurito anal asociado con los usuarios habituales de bidé.
¿Por qué se pueden desarrollar úlceras rectales?
Teóricamente, la fuerte presión del agua puede quitar el aceite que protege la piel anal y dañar el área anorrectal. El área anorrectal se vuelve áspera, seca, dañada y susceptible a infecciones, aunque aún no se sabe cómo la alta presión del chorro de agua puede dañar la mucosa anorrectal.
Algunos fabricantes destacan que la presión del chorro de agua alta puede ayudar a la defecación. Sin embargo, un estudio sobre las presiones anorrectales durante el uso del bidé mostró que los chorros de alta presión pueden causar una contracción refleja del esfínter anal, lo que puede provocar una defecación disinérgica.
En este caso clínico el paciente experimentó involuntariamente úlceras rectales debido a la limpieza excesiva del bidé en el área rectal. Por lo anterior, se sugiere que los médicos informen a los pacientes que lavar el recto con la presión de agua del bidé más fuerte puede dañar el ano.
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