El 45.5 % de estos pacientes con AEH estaban en profilaxis y el 77.3 % en terapia de rescate.
Por: Belinda Burgos
Los pacientes con Angioedema hereditario (AEH) tipo I y tipo II han demostrado mejores respuestas a los tratamientos según se ha documentado por la disminución en el retraso en el diagnóstico, las tasas de ataque, las visitas a la sala de emergencias y/o hospitalizaciones, y la mejoría en la calidad de vida en los pacientes tratados.
El angioedema es una reacción similar a la urticaria que afecta las capas más profundas de la piel. Puede darse con urticaria o por sí sola. Los síntomas incluyen ronchas que se forman en cuestión de minutos a horas.
Según los investigadores, dentro de los que se destaca el Dr. Rafael Zaragosa, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Médicos Alergistas, en los últimos 5 años ha habido un número creciente
de casos identificados de AEH y angioedema adquirido (AAE)
en Puerto Rico.
El mismo lo acreditan a varios factores, entre ellos: la recuperación de casos previamente diagnosticados e identificados familias (seis), mayor conciencia de la enfermedad (entre pacientes y médicos) y un mejor acceso a laboratorios diagnósticos.
Además, añaden que el aumento de la prevalencia de la enfermedad también puede darse debido a la endogamia debido a “circunstancias” geográficas.
No obstante, el aumento de los casos de AEH es objeto de preocupación por parte de especialistas en inmunología y alergias por el alto costo de los tratamientos disponibles. Además, el estudio sostiene que hasta el momento, el Gobierno de Puerto Rico no ha incluido la AEH dentro de la lista de trastornos de inmunodeficiencia primaria, que significa que no se considera una enfermedad catastrófica y por lo que no está cubierto por el fondo de seguro estatal.
El estudio tomó de muestra pacientes que acudieron a consulta privada con angioedema recurrente -sin urticaria- desde 2013 hasta 2016. Todos los pacientes con AEH (tipos I y II) recibieron tratamiento de rescate y profilaxis para aquellos que presentaban 2 o más ataques al mes.
Entre los resultados más destacados se encontraron que de 48 pacientes, se identificaron 22 (45.8%) pacientes con AEH (tipo I o II).
De igual forma, el 23.5% tuvo de 2 a 3 ataques antes del tratamiento, que descendió en un 17.6%, después del tratamiento. Finalmente, el 35.3% experimentó más de 3 ataques antes del tratamiento y ninguno después del tratamiento.
El número de visitas a urgencias en 6 meses disminuyó de 64 a 7 y las hospitalizaciones en 6 meses disminuyeron de 35 a 7 después del tratamiento.
El retraso en el diagnóstico promedió 4.3 años versus los pacientes diagnosticados en 2012 o antes, que tenían un promedio de 8.6 años y los pacientes diagnosticados después de 2012 promediaron 0.4 años.
El angioedema hereditario tipo I y tipo II son enfermedades raras causadas por la herencia autosómica dominante herencia de mutaciones en el gen C1-INH.
Las manifestaciones clínicas del AEH implican ataques intermitentes
de edema subcutáneo, comúnmente involucrando las vías respiratorias
y el sistema gastrointestinal.
La implicación de la parte superior de las vías respiratorias puede resultar en síntomas graves que amenazan la vida, incluyendo asfixia, a menos que se tomen las medidas apropiadas.
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