Se trata de una variante poco común reconocida por erosiones dolorosas, ulceraciones y cicatrización.
Por: Belinda Burgos
El liquen plano erosivo (LP) es una variante poco conocida que se presenta con erosiones dolorosas, ulceraciones, y cicatrización. Aunque es raro, un caso clínico puertorriqueño establece la necesidad y conciencia de tomarlo entre los diagnósticos diferenciales cuando los pacientes se presentan con lesiones en piel dolorosas, úlceras crónicas y otra sintomatología.
Se trató de una mujer de 72 años que se presentó al área de Dermatología
Clínica para la evaluación de múltiples lesiones perianales pruriginosas y dolorosas con alrededor de un año.
Dentro de su historial médico se destacó por la artritis reumatoide, la osteoporosis, hipercolesterolemia e hipertensión y entre los medicamentos se encontraba el metotrexato, ácido fólico, entre otros.
Erosiones bien definidas y anguladas con bordes irregulares (flechas)
Se informó que su médico primario trató en un inicio las lesiones como hemorroides, y las refirió al gastroenterólogo luego de que las mismas no respondieran a tratamiento.
Una colonoscopia le fue realizada y la misma arrojó negativa por lo cual la mujer fue referida a especialistas en dermatología.
El examen físico reveló 2 erosiones agudas y dolorosas definidas y anguladas con violáceas irregulares, bordes que involucran la piel perianal.
Mientras el examen histopatológico, según el caso, reveló acantosis de la epidermis con ligera hiperqueratosis compacta, queratinocitos dispersos, y un denso infiltrado linfohistiocitario en que oblitera la unión
dermoepidérmica, lo que conllevó a un diagnóstico de LP erosivo perianal.
El paciente se le recetó pomada de mometasona al 0.1% al día con
mejoría notable después de 2 meses.
La afectación perianal del LP es extremadamente raro y en literatura se han hallado hasta el momento al menos unos 10 casos de este tipo.
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