Aunque antes se consideraba un fenómeno sin importancia, hoy se sabe que puede aumentar el riesgo de hipertensión sostenida y enfermedades cardiovasculares.
Por: Laura Guio
Sentarse frente al médico, escuchar el pitido del tensiómetro y esperar el resultado puede ser una experiencia estresante para muchas personas. Este aumento de tensión emocional puede reflejarse de inmediato en el cuerpo: la presión arterial se eleva en cuestión de segundos.
Ese fenómeno se conoce como hipertensión de bata blanca y afecta a un porcentaje importante de pacientes. Se calcula que entre un 15 % y un 30 % de las personas diagnosticadas con hipertensión en consultorio en realidad presentan este cuadro, según estudios recientes en Europa y Estados Unidos.
Estrés y reacción fisiológica
El mecanismo detrás de este fenómeno está relacionado con la activación del sistema nervioso simpático. Por esto mismo, ante una situación de nerviosismo o ansiedad, el cuerpo libera hormonas como la adrenalina, lo que provoca que el corazón lata más rápido y los vasos sanguíneos se contraigan.
Esto eleva la presión arterial de forma temporal, incluso en personas que en condiciones normales tienen valores adecuados.
Un riesgo que no debe minimizarseDurante mucho tiempo se pensó que la hipertensión de bata blanca era un hallazgo anecdótico y sin relevancia clínica. Hoy, sin embargo, los especialistas advierten que puede ser una señal temprana de hipertensión sostenida y un factor de riesgo cardiovascular a largo plazo.
De hecho, investigaciones publicadas en la revista Hypertension de la Asociación Americana del Corazón sugieren que estos pacientes tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión crónica, así como mayor riesgo de infarto, enfermedad vascular y daño renal en comparación con personas que siempre mantienen cifras normales.
Hipertensión enmascaradaEl fenómeno contrario también existe: La hipertensión enmascarada. En este caso, los pacientes presentan valores normales en el consultorio, pero su presión se eleva en casa o en momentos de estrés laboral y social.
Se trata de un problema igualmente preocupante, ya que puede retrasar el diagnóstico y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares sin que el paciente ni el médico lo sospechen.
Cómo se diagnostica realmente la presión arterialLa forma más efectiva de diferenciar entre hipertensión sostenida, de bata blanca o enmascarada es mediante el monitoreo ambulatorio de presión arterial (MAPA).
Este dispositivo portátil registra la presión del paciente cada 15 a 30 minutos durante 24 horas, incluyendo el sueño, lo que ofrece una visión completa del comportamiento cardiovascular.
Además, se recomienda el autocontrol domiciliario con tensiómetros digitales validados. Llevar un registro diario permite al médico contar con más información y evitar diagnósticos erróneos basados en una sola medición en consulta.
El papel de los hábitos de vidaAunque se confirme que se trata de hipertensión de bata blanca, los especialistas suelen recomendar adoptar medidas preventivas, ya que este grupo de pacientes tiene mayor probabilidad de evolucionar a hipertensión establecida. Entre las principales recomendaciones están:
Reducir el consumo de sal en la dieta.
Mantener un peso saludable.
Realizar actividad física de manera regular.
Dormir al menos 7 horas de calidad cada noche.
Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Practicar técnicas de manejo del estrés, como meditación, respiración profunda o yoga.