Síntomas sutiles como fatiga, problemas en la piel y de digestión pueden indicar la presencia de esta condición.
Por: Alicia Hernández
En respuesta a amenazas como infecciones, lesiones o agentes tóxicos, el cuerpo humano despliega un proceso vital conocido como inflamación. Este mecanismo, neutral y autosostenible, es orquestado por el sistema inmunológico, el cual tiene como objetivo proteger y reparar el organismo.
Sin embargo, en algunos casos, esta respuesta puede volverse contraproducente y persistente, dando lugar a la inflamación crónica, un fenómeno que tiene implicaciones significativas para la salud.
La inflamación aguda, una reacción rápida y breve ante una agresión, es un ejemplo de su rol beneficioso. La liberación de sustancias químicas y el aumento del flujo sanguíneo a la zona afectada son componentes clave en este proceso. "Es donde está toda la respuesta inmunitaria, donde el organismo acude y cuya respuesta evidente es la inflamación", señaló el Dr. Mario López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
La inflamación crónica podría ser perjudicial
Sin embargo, cuando la amenaza cesa, la inflamación debería disiparse. En algunos casos, el sistema inmunológico mantiene la alerta, generando inflamación crónica. Esto puede resultar perjudicial, ya que desregula funciones fisiológicas y puede contribuir al desarrollo de patologías diversas, desde infecciones crónicas hasta enfermedades autoinmunes y cáncer.
¿Por qué se puede causar una inflamación crónica?
La inflamación crónica puede tener múltiples causas. Puede persistir si una infección o lesión no se cura adecuadamente, o en trastornos autoinmunes donde el sistema inmunológico ataca tejidos sanos. Además, la exposición prolongada a irritantes como la contaminación del aire y productos químicos industriales, así como cambios en el estilo de vida moderno, han contribuido a su aumento.
La Dra. Diana Alecsandru, directora de Inmunología y Fallo Reproductivo en el IVI, advierte sobre el papel de la microbiota en esta dinámica, señalando que la industrialización y el consumo de alimentos procesados han alterado el equilibrio entre bacterias benéficas y perjudiciales en el sistema digestivo.
Síntomas generalizados
Identificar la inflamación crónica puede ser complicado, ya que sus síntomas a menudo son sutiles y generalizados. Dolor, hinchazón, enrojecimiento y pérdida de función son signos clásicos de inflamación, pero estos pueden pasar desapercibidos en el caso de inflamación crónica de bajo impacto. Fatiga persistente, debilidad, infecciones recurrentes, problemas en la piel, cabello y uñas, así como problemas digestivos, también pueden indicar su presencia.
Adoptar un estilo de vida saludable puede contrarrestarla
El Dr. López Hoyos advierte que las infecciones recurrentes son un claro indicador de inflamación crónica. La Dra. Alecsandru destaca la candidiasis como un marcador relevante de esta inflamación y sugiere que su reversión comienza con la adopción de hábitos de vida saludables. Dormir adecuadamente, reducir el estrés, hacer ejercicio moderado y mejorar la dieta son pasos cruciales para prevenir y revertir la inflamación crónica.
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