Esta tecnología que brinda una respuesta inmunitaria fue descrita por primera vez en 1961.
Por: Luisa Ochoa
La tecnología del ARN mensajero implementada a través de la vacunación puede ser el futuro de la erradicación y tratamiento de múltiples enfermedades transmisibles, crónicas e incluso autoinmunes.
La molécula de ARN mensajero fue descrita por primera vez por Brenner y sus colegas en 1961, sin embargo, debido a la naturaleza altamente inestable de la molécula, no fue hasta 1969 que se produjo la primera proteína in vitro a partir de ARNm aislado, según refiere el Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos.
¿Cómo funciona la tecnología del ARN mensajero?
El mecanismo se basa en un vehículo que permite la entrega de una molécula de ácido nucleico que codifica el antígeno de interés en la célula objetivo del huésped humano, lo que permite que esta célula fabrique la proteína objetivo y exprese el antígeno para provocar la respuesta inmune.
Cabe mencionar que el ARN mensajero no es una molécula nueva, aunque se usó masivamente en la vacunación contra el COVID-19 demostrando resultados positivos en la respuesta inmune ante el virus respiratorio.
Sobre el tema, el Dr. Marcos Ramos Benítez, PhD en investigación inmunológica, explicó los principales avances que se están desarrollando en este campo y el potencial uso del ARN mensajero.
Uso del ARN mensajero en la vacunación contra el COVID
"El ARN mensajero no es una tecnología que se inventó con el COVID-19, es una tecnología que viene desarrollándose hace mucho tiempo, estaba bastante adelantada y se utilizó en un contexto que beneficiaba a una población de manera masiva", afirmó.
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Según indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, las vacunas con ARNm son creadas en laboratorio para enseñar a las células del cuerpo humano a producir una proteína que desencadena la respuesta inmunitaria, necesaria para la producción de anticuerpos y evitar enfermedades.
Aun así, este tipo de vacuna ha sido objeto de gran controversia en la población, debido a que persisten diversas creencias sobre sus efectos secundarios a largo plazo.
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Los CDC también han explicado que en el caso de la vacuna de ARN mensajero desarrollada para el COVID-19, no se usó ningún virus vivo para elaborarla y no afecta el ADN del organismo, ni mucho menos interactúa con él, ya que no ingresa al núcleo celular donde se encuentra el material genético.
Al respecto, el Dr. Ramos indicó que, "las cosas nuevas tienden a generar esa resistencia, pero esta tecnología es más fácil de actualizar en comparación con las versiones anteriores de una vacuna del virus atenuado. Esta tecnología es más fácil de adaptar a las necesidades reales que está viviendo la población".
Es importante mencionar que la tecnología de vacunas de ARNm se ha estudiado para la influenza, el zika, la rabia y el citomegalovirus (CMV).
Futuro del ARN mensajero en el campo de la inmunología
Actualmente, la comunidad científica está adelantando estudios sobre el uso de esta tecnología en el tratamiento del cáncer, con el objetivo de despertar una respuesta inmunitaria que ataque las células cancerígenas.
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De hecho, un reciente estudio publicado en la revista Nature y liderado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Estados Unidos, se evidenciaron los resultados de un ensayo clínico donde se usó una vacuna con ARN mensajero, la cual demostró una respuesta inmunitaria sustancial y logró retrasar potencialmente la recaída de pacientes con cáncer de páncreas, específicamente con adenocarcinoma pancreático ductal.
La medicina moderna continúa liderando investigaciones para obtener el máximo potencial de esta tecnología de ARN mensajero aplicada a la prevención y tratamiento de diversas enfermedades.