El asma y las alergias son afecciones de salud que afectan a un gran número de personas en todo el mundo.
Según datos de la Asociación de Asma, Alergia e Inmunología, aproximadamente entre un 30 y 40% de la población mundial sufre algún tipo de alergia. Estas cifras son impactantes y, en épocas de calor y humedad las alergias pueden exacerbar.
Para profundizar en este tema y comprender cómo el clima, la contaminación y otros factores pueden influir en las alergias, la Revista de Medicina y Salud Pública ha tenido el placer de dialogar con la Dra. Verónica Díaz, alergista e inmunóloga.
¿Cuál es el origen de las alergias y sus reacciones más comunes?
Según detalla la especialista una reacción alérgica se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo responde de manera exagerada a una sustancia generalmente inofensiva, como el polen, los ácaros del polvo o los hongos.
"Nuestro cuerpo reconoce estas proteínas y se las muestra al sistema inmune envuelto en los procesos de alergia, enviando una señal al cuerpo, especialmente a la mucosa nasal, y ahí es cuando tenemos síntomas de congestión, estornudo, picor en la nariz, exacerbación de asma; los pacientes con dermatitis atópica pueden tener ataques especialmente cuando los ácaros del polvo o el polen de cierto árboles o grama están en el ambiente", explica la doctora.
En resumen, las alergias son respuestas inmunológicas a alérgenos, y sus síntomas pueden variar desde leves a severos.
Conoce toda la entrevista aquí.
Calor, humedad y contaminación: una combinación molestosa
Durante algunas épocas del año, en la que se combinan el calor, la humedad y la contaminación ambiental en algunos lugares, se presentan desafíos para las personas sensibles a las alergias, incluso aún más cuando se dan efectos naturales como el polvo del Sahara.
Ante esto, la Dra. Verónica Díaz, dictamina que: "La combinación de factores puede hacer que las alergias sean más intensas y desafiantes. Por ejemplo, el polvo del Sahara es un irritante y cuando los respiramos pues nos va a irritar la mucosa nasal y si ya tenemos alergias que están descontroladas es como añadirle leña al fuego, es decir, la inflamación va a ser peor y el calor no ayuda especialmente a los pacientes con dermatitis atópica".
Y continúa expresando que el calor puede exacerbar los síntomas de la dermatitis, lo que puede hacer que las personas sean bastante "infelices" en el verano, ya que el calor, el polen y otros alérgenos se vuelven más prominentes.
Prevención y reducción una tarea pendiente por descubrir
Dada la compleja interacción entre el sistema inmunológico y el entorno, al ser consultada por las posibilidades que tienen las personas para prevenir o reducir la severidad de las reacciones alérgicas ante entornos adversos, responde:
"Quisiera tener esa respuesta, pero aún no entendemos muy bien por qué ciertas personas desarrollan alergias y otras no, sabemos que es algo multifactorial, por lo que tiene que haber algo de genética del ambiente en el que vivimos, pero específicamente por qué algunas personas sí y otras no, no lo sabemos todavía", indica.
La sensibilización natural como factor de prevención
Una teoría interesante que ha surgido es la que indica que la exposición continua y controlada a alérgenos puede ayudar a disminuir la gravedad de las alergias. En otras palabras, estar en un entorno expuesto a alérgenos puede "entrenar" al sistema inmunológico para que no responda tan fuertemente.
Lamentablemente para esto la doctora apunta que: "Esa exposición continua es una sensibilización natural básicamente, pero no hay mucha data que nos confirme que, si se vive en un clima cálido y se está expuesto a hongos, ácaros de polvo o polen no se va a desarrollar alergias".
Por otro lado, especifica que se sabe que en Puerto Rico, Estados Unidos y lugares con climas cálidos y húmedos hay muchísimas personas alérgicas, así que no se puede decir con certeza que se pueda validar esta teoría.
Avances en los tratamientos
Es interesante el cuestionamiento del porqué algunas personas desarrollan alergias y otras no, por lo que termina siendo este un misterio para la inmunología, sin embargo, se han presentado avances recientes para el tratamiento lo que puede proporcionar alivio a las personas que padecen esta afectación.
"Si bien los biológicos no han revolucionado solamente el área del eje de inmunología, para nosotros específicamente, ha significado mucho porque tenemos biológicos para el tratamiento de asma severa, pólipos nasales, dermatitis atópica los cuales han sido una bendición para pacientes que antes solo podíamos tratar con medicamentos tópicos, por lo que ahora o con una inyección o con una píldora que se toman todos los días su alergia está completamente controlada", concluye la Dra. Verónica Díaz.