Los ojos, al igual que las articulaciones, también tienen mucho tejido conectivo y pueden también desarrollar diferentes tipos de inflamación en los pacientes de artritis reumatoide.
Por: Carmen Santos, MD
La artritis reumatoide es una condición autoinmune que afecta y destruye el tejido conectivo de las articulaciones. Los ojos, al igual que las articulaciones, también tienen mucho tejido conectivo y pueden también desarrollar diferentes tipos de inflamación en los pacientes de artritis reumatoide.
Inflamación de la capa blanca más externa del ojo, la esclera, se conoce como escleritis y es extremadamente dolorosa. En los casos más severos la esclera puede derretirse y crear una perforación del ojo. Además de dolor el ojo afectado demuestra enrojecimiento severo en forma difusa o localizada dependiendo del área afectada.
Uveitis, que significa inflamación de la uvea, también lo vemos frecuentemente en estos pacientes. La uvea es la capa intermedia del ojo e incluye el iris, la estructura que le da color al ojo. La uveitis que vemos en adultos con artritis reumatoide también produce dolor y ojo rojo pero además se asocia con sensibilidad extrema a la luz en los casos agudos. Algunos pacientes podrían tener uveitis crónica en cuyo caso el ojo no está rojo ni el paciente sintomático.
Tantos la escleritis como la uveitis puede afectar uno o ambos ojos a la misma vez o en episodios separados. La inflamación puede ser crónica o recurrente. Los pacientes pueden desarrollar complicaciones como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina. De no ser tratadas adecuadamente pueden producir ceguera.
Ambas condiciones requieren tratamiento especializado por un oftalmólogo especialista en estas condiciones además de un reumatólogo. El tratamiento requiere el uso de cortisona en gotas, a veces en inyecciones alrededor del ojo y a veces por boca o intravenosa. Los casos que no se controlan requieren tratamiento sistemático con las drogas que se usan para tratar artritis conocidas como inmunomoduladores. Esto incluye agentes los agentes biológicos.
Por último debemos mencionar que muchos pacientes de artritis reumatoide también padecen de ojo seco. Aunque no es una condición tan peligrosa como uveitis o escleritis, el ojo seco causa muchos síntomas a los pacientes que lo padecen. Los síntomas incluyen ardor, sensación de arenilla o de cuerpo extraño, picor, enrojecimiento y producción de secreciones mucosas excesivas en el ojo. Hay muchas causas de ojo seco pero en el caso de pacientes de artritis reumatoide es por una reacción autoinmune contra las glándulas lagrimales del ojo. Esta condición se conoce como el Síndrome de Sjogren´s secundario. El tratamiento consiste de gotas y ungüentos lubricantes, gotas de esteroides tópicos y gotas de inmunomoduladores tópicos como ciclosporina y lifitegrast. También podemos poner tapones a los orificios en los parpados por donde normalmente se van las lágrimas viejas. El diagnostico de ojo seco lo hace el oftalmólogo al examinar al paciente con unos tintes vitales que pintan las células enfermas en la superficie ocular. También se puede medir la cantidad de lágrimas que produce el ojo y se puede analizar la calidad de las lágrimas con aditamentos especiales.
Es importante que los pacientes de artritis reumatoide le informen a su reumatólogo o medico primario cualquier síntoma ocular. Deben ser evaluados por un oftalmólogo y de encontrarse alguna de estas condiciones deben ser referidos a un sub-especialista que esté familiarizado con el manejo de estas condiciones para evitar pérdida de visión irreversible.