Es una de las principales conclusiones de un estudio dirigido por la Universidad de Warwick
Tras casi una hora de consultar decenas de foros médicos y todo tipo de páginas web, no sólo no ha desaparecido tu jaqueca, sino que más bien se ha incrementado. Y, además, te sientes todavía más confundido que antes.
La difusión a través de internet sobre revolucionarias terapias o métodos curativos a los que no se les conoce ningún sustento científico es una práctica común que pone en peligro la vida de millones de personas con diferentes condiciones.