Los esteroides anabólicos, empleados frecuentemente por usuarios de gimnasio para el fomento de la masa muscular, pueden provocar una patología del hígado denominada colestasis, pero hasta ahora se desconocía el mecanismo subyacente.
En una edad que las hormonas están alborotadas, la energía es inagotable, las ambiciones vuelan alto y el hambre de reconocimiento es visto como una necesidad, hay un atajo que algunos jovencitos están tomando para ganar popularidad: los esteroides anabólicos.