Reino Unido y Estados Unidos se pronunciaron ante la situación de incertidumbre causada por el COVID-19, argumentando que aún es temprano para pensar en una cuarta dosis.
Ante lo volátil del contagio especialistas indican que autoridades a nivel mundial deben extremar medidas.
Científicos estudian si la variante ómicron del nuevo coronavirus causa una enfermedad más o menos grave que sus predecesoras.
El material genético compartido podría significar que esta variante es más transmisible, pero causa una enfermedad menos grave que otras variantes.
Los médicos continúan investigando la efectividad de las vacunas actuales contra la nueva variante, pero aseguran que las personas no deben esperar para recibir una vacuna o una dosis de refuerzo.
Hasta el día 29, no se registraron muertes en los pacientes que recibieron molnupiravir, en comparación con ocho muertes en los pacientes que recibieron placebo.