La normativa en Puerto Rico comienza con el acompañamiento nutricional solo en diabetes, enfermedad renal, trasplante y obesidad mórbida, pero no se descarta ampliar el acceso a la población con otras enfermedades.
El uso de esta planta disminuye síntomas de múltiples enfermedades, ya que los receptores cannabinoides desempeñan un papel esencial en el sistema nervioso.