La comunidad científica está totalmente consternada debido a un desarrollo de una anomalía que no se presentaba desde hace 20 años en la población pediátrica.
Es necesario que se tenga un seguimiento de aquellos pacientes con problemas mentales para un correcto desempeño interdisciplinario en un territorio determinado.
Podría establecer un precedente en la política pública del país en el manejo de las adicciones.