Los síntomas que manifieste el paciente son el único medio para que el especialista pueda dar un diagnóstico concreto. Estos signos, usualmente, son la hinchazón, sensibilidad o cambios de color en la piel -como enrojecimiento- en el área afectada. Si en el primer diagnóstico, el médico encuentra estos síntomas es importante que realice pruebas más específicas, no solo para buscar una trombosis, sino para averiguar el origen de otra posible enfermedad.
Existen dos formas de clasificación que son: la trombosis venosa y trombosis arterial esto varía dependiendo si el coágulo se desarrolla en una arteria o en una vena.
Si la magnitud de los síntomas es insuficiente para diagnosticarse de inmediato, el especialista puede ordenar diferentes pruebas. Entre esas las siguientes.
Un adulto joven por cada mil presenta una trombosis al año. Aunque esta patología se asocia con problemas de edad, uno de cada 4 afectados son mayores de 55 años.
TVP es el nombre que recibe la formación de un coágulo de sangre, en la vena profunda del cuerpo humano. Esto se origina cuando los coágulos que produce la sangre, no circulan debidamente. Sus principales zonas de riesgo de aparición son las piernas y muslos aunque también se puede producir en los brazos y el abdomen.
El riesgo de formación de coágulos venosos puede reducirse entre un 15 y 25%, según un estudio.
La técnica de remoción de coágulos ha permitido salvaguardar la vida de muchos pacientes puertorriqueños.