Se piensa que para 2045 habría 7 millones de personas con diabetes o prediabetes o con alteraciones en la glucemia.
Un conjunto de ensayos clínicos que examinan a jóvenes y adultos con diabetes tipo 2 o intolerancia a la glucosa ha encontrado que la progresión de la enfermedad en adultos se ralentizó durante el tratamiento médico, pero se reanudó después de que el tratamiento se detuvo.