Por primera vez en América del Norte, se iba a utilizar estimulación cerebral profunda (ECP) para ayudar a pacientes con una adicción al alcohol que había mostrado resistencia a otros tratamientos.
El daño que provoca el consumo de alcohol en el cerebro no se frena inmediatamente después de abandonar el hábito.
En un estudio realizado en Japón encontraron que incluso el consumo de alcohol de ligero a moderado se asoció con un riesgo elevado de cáncer.
Euforia, enrojecimiento de la piel, problemas de equilibrio, náuseas... Síntomas que podrían asociarse a una borrachera pero que, en algunas personas, se manifiestan sin haber ingerido una sola gota de alcohol. Es el llamado «síndrone de autodestilación».
El mismo alcohol tiene muchas calorías. Una copa grande de vino, por ejemplo, puede tener tantas como una dona.
La apnea del sueño es uno de los trastornos relacionados con el descanso y uno de los factores más determinantes para padecerlo con mayor intensidad es el consumo de alcohol y tabaco
Practicar ejercicio físico de forma regular, no fumar, evitar el uso nocivo del alcohol, controlar el peso corporal, seguir una dieta sana y mantener la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol en niveles adecuados puede reducir el riesgo de padecer demencia
Un equipo, ha descrito una invención relacionada con el uso del selenio como antioxidante para reparar el daño que produce en el ADN un consumo agudo de alcohol en un pequeño periodo de tiempo.
Para recaudar nueva información a este ciclo de la investigación, al cuestionario debieron añadirse preguntas y elementos relacionados con el uso de bebidas energizantes y el cigarrillo electrónico.