A pesar de las propuestas para reformar el sistema de salud de Puerto Rico, las aseguradoras seguirán siendo un componente esencial, afirmó el presidente del Senado, José Luis Dalmau.
Por: Juan A. Hernández
El presidente del Senado José Luis Dalmau aseguró que, aun cuando el sistema de salud de Puerto Rico pudiera ser objeto de cambios significativos producto de las propuestas que los candidatos a gobernador han presentado como parte de sus planes de gobierno, las aseguradoras seguirán como un componente fijo del sistema.
El legislador, y candidato a la reelección, señaló que como parte de las campañas políticas de los distintos partidos se menciona con insistencia la necesidad de cambiar el sistema de salud de la isla para que sea más responsivo a las necesidades de los pacientes, y que en varias de las propuestas que se mencionan está el restarles control sobre acceso a servicios, medicamentos y tratamientos en general.
"Las aseguradoras tienen el control sobre pruebas diagnósticas, pruebas de laboratorio y el costo de los medicamentos porque el gobierno les otorgó un contrato en el que las aseguradoras asumen el riesgo. Yo soy de los que piensa que esa parte [del contrato] debe revertirse, y el riego lo debe tener el gobierno, el gobierno debe poner las pautas, los precios y las condiciones, y que las aseguradoras existan como intermediarios regulados por el gobierno", explicó Dalmau durante la más reciente edición del programa "Gobierno y Salud" que transmite Mega TV.
El senador reconoció que hay quienes consideran que el gobierno no debe asumir nuevamente el control del sistema de salud, pero cuestionó el costo que ello representa para los pacientes. Entre las consecuencias que han debido enfrentarse, Dalmau mencionó la falta de pago a tiempo que ha motivado la migración de médicos a Estados Unidos y la tardanza en tratamientos para condiciones de salud, entre otras.
Estas situaciones, y otras más provocan, según el legislador, que el sistema haya ido creando más burocracia que a su vez va consumiendo más dinero. Estas situaciones han ido agravándose ante la ausencia de mecanismos de fiscalización que mantengan "un sistema saludable".
Para atender la eficiencia y "salud" del sistema Dalmau propuso una revisión del organigrama del sistema de salud –incluido el Departamento de Salud (DS)–, la eficientización del sistema de vigilancia epidemiológica, y evaluar el sistema... "¿qué pretende cubrir el gobierno y quien lo va a pagar?".
Sobre la revisión del organigrama en el DS el presidente senatorial arguyó que la misma hará evidente la existencia de duplicidad de funciones en distintas instancias. Dalmau recalcó que los centros HIPPA/330, el Centro Médico y hasta el Hospital de Veteranos ofrecen servicios dentro del sistema de salud duplicando los mismos y provocando aumentos en los costos.
"Esto no es bueno para sistema, ni para los pacientes", dijo.
En torno a la vigilancia epidemiológica, Dalmau recordó que la última vez que se llevó a cabo una acción de esa naturaleza en la isla fue hace seis años. "Si no está al día el sistema de vigilancia; ¿cómo vamos a saber si la prevalencia de las condiciones de salud en Puerto Rico aumenta o disminuye por la atención del gobierno o de los profesionales de la salud?", cuestionó.
A manera de ejemplo, Dalmau mencionó la situación en torno a influenza en la isla. La vacuna contra la influenza debe administrarse anualmente con antelación a la temporada pico de la enfermedad, que se registra en el mes de diciembre. La vacuna toma entre tres y cuatro semanas en alcanzar su nivel óptimo de efectividad para que el cuerpo desarrolle las defensas contra la enfermedad. Para Dalmau resulta evidente que la vacuna debe entonces administrarse entre agosto y septiembre para que llegado diciembre la población esté protegida contra la enfermedad.
"No hay una política pública que diga que se van a vacunar a los estudiantes en las escuelas... Entonces, vamos a promover que la vacunación sea masiva en septiembre. Pero no es sino hasta que los casos de influenza comienzan a subir, que el gobierno le dice a los ciudadanos que vayan a su farmacia de la comunidad a vacunarse... Pero ya es tarde", dijo el legislador.
Con alguna recurrencia se ha presentado el sistema de salud universal como alternativa al modelo vigente, pero el presidente del Senado lo descarta como una alternativa práctica.
El legislador explicó que aun si fuera a ser considerado un sistema de salud universal, Puerto Rico tendría que decidir qué modelo asumir de entre varios existentes. Dalmau mencionó a manera de ejemplo el modelo canadiense –que no incluye medicamentos– y el modelo español –que no incluye hospitalización– y aseguró que ninguno de esos modelos sería avalado por los profesionales de la salud en Puerto Rico.
A esos efectos Dalmau planteó la necesidad de "criollizar" el sistema de salud que vaya a asumirse procurando: 1) desarrollar un organigrama que no duplique funciones; 2) determinar que servicios cubriría el gobierno; 3) cuánto costarían; y 4) quién pagaría por los servicios. Dalmau recordó además que el 57% del presupuesto destinado a la salud se nutre de fondos federales.
"[El gobierno federal] tiene sus condiciones para otorgar ese presupuesto. Nadie puede decir aquí, ´yo voy a sacar las aseguradoras´... el gobierno federal cuenta con las aseguradoras para ese desembolso. Si se sacan las aseguradoras, pierdes el 57% del presupuesto de salud", dijo Dalmau. Para el presidente del Senado, quienes proponen un modelo universal de salud lo hacen porque "suena sexy".
Dalmau argumentó que la alternativa práctica es un sistema de salud integrado para no tener duplicidad de funciones.
Para el presidente del Senado éste sería el mecanismo para que el gobierno recupere el control del sistema de salud. "Excepto el Centro Médico, en el resto de la isla el gobierno no controla el sistema de salud", recalcó Dalmau.