Un 60 % de pacientes experimentaron esta defunción y un 10% tuvo síntomas persistentes. Lo que quiere decir que casi 6 millones de personas sufren algún nivel sintomatológico.
Katherine Trujillo Useche
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Uno de los síntomas más notorios cuando las personas se contagian de la COVID-19 es pérdida del olfato, un 60 % de pacientes experimentaron esta defunción y un 10% tuvo síntomas persistentes. Lo que quiere decir que casi 6 millones de personas sufren algún nivel sintomatológico.
¿Existe algún tratamiento para combatirlo?
La pérdida del olfato y del gusto no han sido conceptos que se hayan validado en la literatura médica, ya que no era algo imperante hasta la llegada del nuevo coronavirus.
La llegada de el COVID-19 al mundo entero, creó un estado de reto, sobre todo a la ciencia pues, al estudiar este virus y los síntomas que provoca, los científicos lograron entender un poco más por que uno de los indicios del patógeno podría ser la distorsión del olfato y el gusto.
Es por esto, que con los grandes avances de la ciencia, hay un proyecto para dar solución a la ausencia de los sentidos, pero para esto aún se necesita tiempo para publicar los resultados del estudio.
Un grupo internacional de expertos, revisó las evidencias científicas de las que se disponen en la actualidad para tratar la pérdida del olfato provocado por el virus del SARS-CoV-2. Con estos estudios, lograron aplicar su experiencia en el tratamiento y lograron publicar un documento sobre terapias alternativas para disminuir las alteraciones olfativas que persisten tras la enfermedad.
Se destacó que el mejor tratamiento es hacer entrenamiento olfativo y, la aplicación de gotas de vitamina A es otra opción que puede funcionar. Los esteroides, a pesar de no tener un papel directo en el tratamiento de la enfermedad, pueden ayudar a evitar complicaciones como las rinitis que en algunos casos tienden a bloquear la nariz, explicaron los autores del estudio.
El Dr. Carlos Durango, otorrinolaringólogo, explica que antes de comenzar a realizar cualquier clase de tratamiento , el médico a cargo debe diagnosticar con detenimiento al paciente, ya que si esto no sucede el tratamiento no funcionará.
Estudios más recientes relacionan los cuatro olores que se utilizan en el entrenamiento con el constante cambio, cada doce semanas. Los resultados de los estudios demuestran que el nuevo enfoque hace posible un mayor grado de recuperación del olfato.
Es importante resaltar que estas recuperaciones son demoradas, ya que entre más se prolongue este entrenamiento mejor será el resultado, pero es clave seguir con este entrenamiento así no se perciba una mejoría inmediata.